Hace más de un mes que no sabemos dónde está Cecilia, son los eternos tiempos de laboratorio que nunca confirman lo que a viva voz se viene gritando: ¡a Cecilia la mataron! y no dejaron de ella rastro en un intento de ocultar el modo y los responsables de su asesinato.

Los Sena desde su núcleo de poder e impunidad han garantizado que la desaparición de Cecilia sea casi un hecho, pero las movilizaciones junto a Gloria Romero y la cobertura mediático, han dado el empuje a una investigación que avanza lentamente pero vigilada.  Claramente esto no ha impedido que el Estado continúe sosteniendo la impunidad de los Sena, primero con un defensor como Juan Carlos Saife, quien recientemente renunció. El abogado actual es Nicolás Boniardi, a quien el gobierno terminó despidiendo como asesor de la ministra de Justicia, Gloria Zalazar, en un intento desesperado por mantenerse al margen.

No sorprende. La provincia con la tasa más alta en femicidios y violencia de género, con un gobierno que alimenta personajes siniestros y que aún en el momento más mediático de la situación sigue sosteniendo a quienes le han brindado favores y le han garantizado la explotación de trabajadores y trabajadoras, es por lejos el reino de la corrupción.

En un circo de cartas, detenciones y movimientos de funcionarios, Marcela Acuña, Emerenciano Sena y César Sena intentan que prevalezca la confusión y la impunidad con la que siempre han actuado y lograr la prisión domiciliaria hasta el juicio. De hecho, el viernes 7 de julio fueron trasladados al hospital Perrando para controles porque Acuña está hace 20 días de huelga de hambre y Emerenciano tiene diabetes; fueron recibidos con hostilidad por trabajadores de salud y la junta médica dijo que no presentan riesgos en su salud. La hostilidad hacia los Sena es el reflejo de los vínculos con los gobiernos tanto radicales como peronistas, que le dio campos, 15 vehículos entre camionetas 4×4, camiones de carga, una escuela de gestión social, manejo de paquetes de horas cátedras desde el Ministerio de Educación, dinero y cientos de favores más a través de la cooptación, que al día de hoy se mantiene intacto.

Pedir que paguen quienes deben pagar a más de un mes de Cecilia desaparecida fue la manera de Capitanich de ningunear sus relaciones políticas, dejando que la voz de la diputada Claudia Panzardi responsabilice a Cecilia de su asesinato y permitiendo al círculo más cercano de su gabinete que entre y salga de la defensa de los Sena para controlar la causa; es la muestra de que en este feudo manda él.

Nos faltan pibes y pibas, nos matan a las pibas sin que que nadie sienta la impunidad, el Estado ha garantizado que la violencia de género se sostenga furiosa y constante. El Estado es responsable de que Cecilia no esté.

https://prensaobrera.com/mujer/basta-de-encubrimiento-justicia-por-claudia-tupa-lotore

https://prensaobrera.com/mujer/por-las-mujeres-y-diversidades-reforcemos-a-la-izquierda-que-se-planta