Mujer

5/3/2015|1353

Clausura de ‘Anchorena’. Gobiernan y prostituyen los servicios


En la madrugada del 27 de febrero fue clausurado el boliche swinger ‘Anchorena', ubicado en el barrio de Recoleta, en la Ciudad de Buenos Aires. Del operativo de clausura, ordenado por la jueza federal Servini de Cubría, participaron diez móviles de la Prefectura, en una puesta en escena que no arrojó, según información oficial, ningún detenido. La faja de clausura cita la Ley 26.842 del Código Penal, que refiere al delito de trata de personas. No se conoce el estado de las mujeres explotadas en el lugar.


Club Anchorena es propiedad de Raúl Martins, en sociedad con Felix Victor de Winne. Martins fue denunciado por su propia hija -Lorena Martins- por ser la cabeza de una red de trata y prostitución extendida desde Buenos Aires a Cancún, con sucursales en Brasil y República Dominicana. Según su denuncia, en el lugar explotaban mujeres menores de edad y extranjeras a las que les retenían la documentación.


Lorena Martins brindó información detallada sobre funcionamiento de esta red. Las coimas a las comisarías de la Policía Federal cercanas a los locales de Martins estaban presentes en los libros reservados de la sociedad con nombres en clave, pero de fácil asociación. El testimonio agrega que el vínculo entre su padre y Mauricio Macri excede la fotografía que se hizo pública hace unos años en el Cabaré “Mix” en Cancún. Según su denuncia, Martins es aportante de las campañas electorales del PRO.


La denuncia cayó en el juzgado de Norberto Oyarbide, quien en cuatro años no mostró avances y fue apartado de la causa por su relación de amistad con el denunciado. Luego de esto, la causa fue tomada por Servini de Cubria, archivada y desarchivada en 2013. Recién dos años después el Club Anchorena es allanado y clausurado.


Espías prostituyentes, garantes de su propia impunidad


Martins fue agente de la Side desde la dictadura. Desde entonces, mantiene un vínculo firme con Antonio Jaime Stiuso, quien fuera el hombre fuerte dentro de la Side y a quien Néstor Kirchner defendiera en ocasión de la crisis que llevara, hace 10 años, a la renuncia de Gustavo Beliz, entonces ministro K de Justicia.


Martins también era socio de ‘El Lauchón' (Pedro Tomás Viale). Viale trabajó en la Side durante 36 años, fue la mano derecha de Jaime Stiuso y su vida culminó asesinado por el Grupo Halcón. El Lauchón cuidaba en persona el Club Anchorena.


El Estado es el primer proxeneta


La clausura de Club Anchorena se da en momentos en que el país es sacudido por una crisis que pone en relieve a un ‘Estado de servicios' y de encubrimientos recíprocos entre gobernantes, jueces, espías y proxenetas. Sin embargo, las causas fueron expuestas hace mucho tiempo sin que se tomaran acciones judiciales no administrativas. Por entonces, el gobierno no tocaba los negocios de la banda de Stiuso y sus amigos, los encubría. El “partido judicial” y el gobierno han transitado el mismo camino todos estos años.


Quienes manejan los servicios de inteligencia son, a la vez, los jefes del proxenetismo y las redes de prostitución. La reforma de la ex Side garantiza la continuidad del aparato de espionaje contra los luchadores pero no puede garantizar que se abran los archivos y desmantelen las redes de trata, porque se pondrían al descubierto las décadas de impunidad de las mafias capitalistas.


Que se abran los archivos de la ex Side y de todos los servicios de inteligencia.


Para terminar con el encubrimiento y la impunidad marchemos el 9 de Marzo a Plaza de Mayo.