Mujer

9/4/2021

Córdoba: abandono del Estado a víctima de violencia de género

El pedido desesperado de una víctima de violencia de género que reclama protección a un gobierno que no da respuesta.

El pasado martes, una mujer -cuyo nombre no se difunde para preservar su identidad- fue atacada en Barrio Alta Córdoba, de la ciudad capital, por su expareja a quien la mujer denuncia desde hace 12 años por vejaciones, golpes y maltratos.

Al margen del centenar de denuncias, una orden de restricción permanentemente violada y la adjudicación de un botón antipánico, el acusado nunca estuvo preso y los ataques y persecuciones no cesan.

La mujer visibiliza en su descargo la inacción del Polo de la Mujer, que ya no toma sus denuncias por ser reiteradas y no aplica ninguna medida para frenar a su agresor. “Yo quiero que alguien me ayude. Una de las denuncias fue porque me quemó con agua hirviendo, me violaba, me seguía al trabajo, siempre torturándome. Cuando se enteró que yo tenía pareja todo fue peor y aun teniendo botón antipánico sigue rompiendo las restricciones”, detalló.

Ella y su familia temen por su vida y denuncian desesperadamente para no llegar a ser un número más en las altas cifras de femicidios que atraviesan nuestro país, donde el cuadro de violencia hacia las mujeres y diversidades es alarmante. A su vez, con el agravante de que 1 de cada 4 femicidios es perpetrado por agentes de las fuerzas de seguridad, es decir, personal formado y adiestrado en el seno del mismo Estado.

El desamparo que padecen las mujeres y diversidades confluye en la necesidad de organizarnos de manera independiente de los gobiernos de turno, frente a un Estado responsable y reproductor de violencias que van en aumento.

Desde el Plenario de Trabajadoras proponemos e impulsamos la existencia de un fuero único dentro del Poder Judicial destinado a la problemática de género, con el objetivo de centralizar causas de la misma naturaleza. A su vez, un Consejo Autónomo de mujeres con presupuesto propio al servicio de nuestras necesidades y no de la deuda usuraria. Vivas nos queremos.