La preparación de lo que fue la multitudinaria movilización del pasado 2 de junio estuvo atravesada por la conmoción que generó el femicidio de Milagros Bottone en la provincia.

Desde un primer momento, su familia lanzó una profunda crítica al accionar de la Justicia y del Polo Integral de la Mujer. Y es que tras 30 años de violencia, y más de 5 años de denuncias, ni Milagros ni su mamá encontraron en estas instituciones respuesta alguna. Por el contrario, las dilaciones y trabas las colocaron en una situación de extrema desprotección, quedando a expensas de su agresor.

Esta realidad es la que viven miles de mujeres que a diario llegan a las unidades judiciales, al Polo de la Mujer, o a los Puntos Mujer buscando socorro; pero se encuentran con espacios vaciados, con personal precarizado, sin recursos, y cargados de violencia que perpetúan su condición de víctima.

Esto es lo que explica, en parte, que tras ocho años de movilizaciones masivas en nuestro país, una mujer o persona trans siga siendo víctima de femicidios o transfemicidios cada 30 horas.

Con esto queda demostrado, en todo su esplendor, el fracaso de la política de género de Schiaretti. El Polo Integral de la Mujer y el Ministerio de las Mujeres no son más que cartón pintado. Fueron creados para silenciar el reclamo que en 2016 volcó a millones a las calles; casi una década después, estos organismos son incapaces de camuflar la entera responsabilidad estatal ante el crecimiento de la violencia contra mujeres, infancias y disidencias.

Esto es lo que entendió la familia de Milagros, que a días de su pérdida salieron a exigir que se investiguen las responsabilidades judiciales y políticas que llevaron al desenlace fatal.

La juventud, nuevamente protagonista del Ni Una Menos

El caso de Milagros movilizó a toda la comunidad educativa, particularmente a la Facultad de Derecho, donde ella estudiaba, y al Colegio Nacional Monserrat, donde trabajaba como preceptora. Este movimiento protagonizado por la juventud estudiantil abrazó rápidamente el pedido de justicia por Milagros y se hizo eco de los reclamos de la familia.

Pero también fue el factor de presión determinante que obligó a todas las agrupaciones estudiantiles, incluyendo al brazo estudiantil de los gobiernos y a la oposición derechista de la UCR y Cambiemos, a ser parte de la convocatoria independiente de la asamblea #NiUnaMenos Córdoba.

Sin embargo, a 8 años del primer Ni Una Menos, aunque la radical Franja Morada, la Bisagra, el PJ o Cambiemos posen de aliados, su pertenencia a los gobiernos responsables de la violencia que sufrimos las mujeres los anula para ir a fondo en la lucha por justicia por Milagros y por todas las víctimas. Es fundamental tener claridad al respecto y encausar la bronca por una canal independiente.

Golpear sobre el poder político con la lucha independiente

En las reuniones preparatorias de la Asamblea Ni Una Menos, desde el Plenario de Trabajadoras impulsamos el desarrollo de una fuerte movilización que denuncie el fracaso de los gobiernos y el carácter decorativo de sus ministerios de mujeres.

Desarrollamos una crítica incisiva a la gestión de Claudia Martínez, que está a la cabeza del Polo de la Mujer e impulsa una política de vaciamiento y de precarización laboral y violencia sobre sus propias trabajadoras. Y cuestionamos la orientación social y política de estos organismos, oponiendo como salida la creación de un Concejo Autónomo de Mujeres y Disidencias, y de un Fuero Único especializado en violencia, con autoridades electas y revocables, que permita poner en nuestras manos las riendas de las políticas de género.

Sorpresivamente, fueron compañeras de la izquierda quienes salieron al cruce de esta posición, levantando una defensa formal del Polo de la Mujer y los ministerios, aduciendo que se trata de “conquistas del movimiento”. Las Rojas-Nuevo Mas se opusieron a nuestra posición señalando que es similar a la de la derecha negacionista. Nada más alejado de la realidad, es precisamente el fracaso de esos ministerios gestionados por funcionarias ajustadoras y enemigas de las mujeres trabajadoras lo que abrió las puertas a los planteos reaccionarios de personajes como Milei y Villarruel. Relativizar ese fracaso no prepara al movimiento para enfrentar en las calles la campaña fascista y antiderechos que impulsan esos sectores. Por el contrario, defender ese fracaso como una conquista nos aleja de las miles que denuncian la responsabilidad estatal y deja huérfano de una expresión política independiente a un movimiento que está en las calles.

De esta manera, promueven un coqueteo con posiciones kirchneristas, y en última instancia con el propio PJ, que en nombre de combatir a la derecha intenta ocultar sus responsabilidades políticas frente al incremento de la violencia.

Una posición similar sostuvo Isadora (Izquierda Socialista), que además, junto a Pan y Rosas y el Ceprodh (PTS), se colocó como vocera de Franja Morada, La Bisagra, la derecha del PRO y el PJ, y, en nombre de la unidad construida en la asamblea de la Facultad de Derecho por Milagros, intentaron camuflarse como “independientes” en la cabecera de la movilización.

El oportunismo de IS y el PTS para desembarcar en un movimiento que genuinamente se congrega en torno al femicidio de Milagros los llevó a cometer el grosero error de borrar el abismo que separa a quienes integran las fuerzas de un Estado responsable de quienes desde hace ocho años construimos en las calles un movimiento independiente para arrancar nuestros derechos a los gobiernos.

Resulta evidente que el hecho de que el conjunto de las fuerzas patronales, desde la juventud radical hasta el frente K de Alerta Feminista, se hayan encolumnado detrás de la movilización independiente tiene que ver con el crecimiento de un movimiento contra los femicidios (que abarca a los principales casos en Córdoba) y que ha encontrado en la Asamblea Ni Una Menos un espacio de lucha y organización.

Pero será solo con la movilización política independiente y la crítica intransigente al Estado que podremos hacer avanzar y madurar ese movimiento hacia la conquista de sus demandas.

Llevemos la lucha al Polo de la Mujer

La marcha del 3J dejó plantada la continuidad de la lucha; por eso, el próximo miércoles 7 de junio, tendrá lugar una nueva Asamblea Ni Una Menos-Córdoba en la Facultad de Derecho. De la misma participarán familiares, amigues y compañeres de Mili, de Nuri, entre otras víctimas de violencia.

Con la fuerza de una movilización masiva, es momento de llevar estos reclamos al Polo Integral de la Mujer y golpear directamente sobre el poder político responsable.

Abracemos el reclamo de la familia de Milagros y de las amigas de Nuri, y preparemos una concentración frente el Polo para exigir que se investiguen las responsabilidades políticas y judiciales del femicidio, porque como dice Mercedes, la mamá de Milagros, justicia será que esto no vuelva a ocurrir.

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