En 2014 Gilda Morales, madre de 3 hijos, denunció al padre de uno de ellos, luego de que el niño manifestara señales de abuso sexual. Ricardo Galoppo, el padre del menor, solicitó la custodia aludiendo que Gilda estaba obstruyendo el vínculo. Ante esto, la Jueza Silvia Cristina Morcillo, a través de una medida cautelar, ordenó que el niño fuera entregado a su padre, con la causa por abuso sexual aún abierta y sin investigar. Gilda pasó dos meses detenida por supuestamente secuestrar a su hijo, a pesar de que él muchas veces había declarado ante psicólogos el deseo de permanecer con su madre. Cuando Gilda fue liberada, se encontró con que la Fiscal Alicia Chirino había archivado la denuncia por abuso.

Los hechos sucedieron en la provincia de Córdoba y a partir de ese momento comenzó un calvario para Gilda. Ella y sus otros dos hijos perdieron el contacto con el niño que fue obligado a revincularse y convivir con su abusador. Pero además, esta madre protectora fue tildada de loca, maltratada y amenazada sistemáticamente en la búsqueda de justicia para su hijo. Cabe destacar que la jueza Morcillo y la fiscal Chirino tienen incontables denuncias por haber actuado de igual forma en casos similares.

Actualmente, Gilda continúa exigiendo la restitución de su hijo, con quien no tiene contacto hace dos años. Ha denunciado además que en las fugaces visitas que pudo hacerle en todo este tiempo lo encontró desnutrido, con problemas de visión, con problemas en su dentadura y visiblemente afectado psicológica y emocionalmente. Y este no es un caso aislado, la Justicia de Córdoba tiene un largo prontuario de situaciones en las que ha obligado a niños y niñas menores, víctimas de abusos, a revincularse con sus abusadores.

Diferentes organizaciones y colectivos vienen apoyando a Gilda en todo este proceso, donde fué apresada, torturada y sobreseída por un delito inexistente. Desde el Plenario de Trabajadoras, junto a la Asamblea Ni Una Menos, exigimos la restitución inmediata del niño con su madre. En este sentido, el próximo Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades que se realizará en octubre en San Luis, nos dará la oportunidad de poner sobre la mesa el caso de Gilda que, como tantas otras madres protectoras, fue vulnerada y violentada por el Estado. Queremos infancias libres de abuso y violencia.

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