El próximo 2 de mayo comenzará el juicio por el femicidio de Cecilia Basaldúa. El proceso judicial se llevará adelante en los tribunales de la ciudad de Cruz del Eje, pero con la actuación de la Cámara de Villa Dolores, luego de que se apartara de la causa a la Cámara de Cruz del Eje.

“Cabe recordar que el juicio se iba a iniciar el 3 de noviembre pasado, pero fue postergado por razones que se desconocen”, afirmaron en la página de Facebook “Justicia para Cecilia Gisela Basaldúa”. Además, “el proceso del juicio tendrá lugar en los tribunales de la ciudad de Cruz del Eje, a partir del 2 de mayo, pero con la actuación de la Cámara de Villa Dolores. El motivo de sostener el lugar de audiencias se basa en la cercanía de quienes oficiarán de jurados/as populares y por encontrarse el imputado en el establecimiento carcelario de dicha localidad”, afirmaron en la citada fuente.

Cecilia Basaldúa desapareció el 5 de abril del 2020 en la localidad serrana de Capilla del Monte, su cuerpo apareció 20 días después en cercanía de un basural con signos de abuso sexual y de estrangulamiento. Por el hecho se encuentra imputado Lucas Bustos, un joven de 24 años que está acusado de abuso sexual con acceso carnal y homicidio doblemente calificado por violencia de género y criminis causa, a pesar de que no hay indicios que indiquen que sea el responsable.

Es que, tal como denuncia la familia de Cecilia y su defensa, en la investigación se desarrollaron múltiples irregularidades.  Resulta que la única evidencia que pesa sobre el acusado es una supuesta confesión realizada en una comisaría, cuyos testigos fueron dos policías a quienes el propio Bustos denunció por torturas. Luego de ese hecho, en sede judicial, el joven negó haber sido el autor del femicidio.

No obstante, pese a que no existe en el expediente ninguna prueba fehaciente contra Bustos, la Fiscalía insiste en incriminarlo y se niega a avanzar en la investigación sobre Mario Mainardi, la última persona que la vio con vida, a quien solo llamó a declarar como testigo un año después a pesar de que se dio a conocer un audio a través de WhatsApp en el que una persona relataba lo ocurrido la noche del crimen y señalaba a dos policías y a una mujer como autores del hecho, junto a Mainardi.

La premura con la que la justicia cerró la investigación y elevó a juicio la causa, las irregularidades y dilaciones que conducen al encubrimiento de los verdaderos responsables dan cuenta de todo un andamiaje que pone en el banquillo de los acusados al poder político, la Policía y el poder judicial garantes de la impunidad de violentos, femicidas y abusadores.

Por lo expuesto, es claro de que se estaría incriminando a un “perejil”. Es urgente poner en pie un Consejo Autónomo de Mujeres y un fuero especializado en violencia con cargos electos y revocables, que pueda dar respuestas a todas nuestras demandas.

Exigimos el esclarecimiento del femicidio de Cecilia, que se investigue a fondo para condenar a los verdaderos responsables de su crimen. Este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, saldremos nuevamente a las calles contra toda forma de opresión y violencia, por justicia por Cecilia y todas las que nos faltan. Ni una menos el Estado es responsable.

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