El miércoles 27 de abril se realizó una conferencia de prensa de apoyo y visibilización, por Justicia para Flavia Saganías, madre protectora de Capilla del Monte, condenada a 23 años de prisión por haber denunciado a su ex pareja, por abuso sexual contra una de sus hijas, vía redes sociales. La misma se llevó adelante en la sede de ATE nacional, en Ciudad de Buenos Aires, con la presencia de Zuleika Esnal, Actrices Argentinas; Daniela Dosso, madre protectora; Chuzo González Quintana, abogado defensor de Flavia y Marcela Cano, abogada defensora de la niña. También adhirieron diferentes organizaciones feministas y personalidades políticas y sociales.

La actividad inició con un video que narró la historia del caso, elaborado por Actrices Argentinas. Seguidamente tomaron la palabra los abogados de Flavia, así como los demás participantes de la mesa. También se proyectaron las grabaciones de Claudia, mamá de la niña Arcoiris, y de la propia Flavia Saganías. Luego del relato, el abogado de Flavia, Chuzo González Quintana, explicó que la causa llegó a la Corte Suprema de Justicia, por medio de un recurso de queja por denegatoria de justicia, en contra de la sentencia emitida por la Cámara del Crimen de Cruz del Eje.

El objetivo de la defensa es que la causa se trate desde la “perspectiva de género” garantizando los derechos que le fueron negados a Flavia desde un primer momento, como el derecho a un defensor gratuito, a designar peritos de control, a la contención psicológica de ella y su hija, y a la aplicación de los protocolos previstos para delitos sexuales contra las infancias. Rodrigo López agregó que la perspectiva de género va de la mano del principio de intrascendencia de las condenas, trayendo a colación el caso de Cristina Vásquez a quien, luego de 11 años en prisión, la Corte Suprema absolvió y 6 meses después se suicidó. En palabras de López “el proceso judicial es un anticipo de la pena, en ese sentido una condena de 23 años es mortificación, pero también un tratamiento cruel e inhumano”. Además comparó la condena que recibió Flavia con la que recibieron los miembros de la junta de la dictadura argentina, que no superaron los 17 años de condena por delitos de lesa humanidad.

González Quintana remarcó que el presunto abusador goza de libertad, luego de que la Fiscalía a cargo de la causa de abuso sexual la archivara sin imputación por falta de elementos probatorios. Hizo hincapié en que el abusador hostiga a Flavia y a su familia y persigue a sus hijos en lugares públicos de Capilla del Monte, lo que llevó a que se solicite un cambio de domicilio para protección de su defendida.

Por su parte, Zulema Esnal indicó que la sentencia de 23 años contra Flavia es aleccionadora, y que “un hombre porque compró una chocolatada, previo a violar y empalar a una una mujer, no tiene para la justicia intención de violar y lo dejan libre (caso Lucia Pérez); pero una mujer por publicar en Facebook lo que le pasó a su hija, para alertar a otras mamas de que hay un violador suelto, le dan 23 años en una cárcel de máxima seguridad”.

A su turno, Daniela Rosso explicó que hay 6 casos en Argentina marcados como casos graves selectivos por la Mesa Nacional de Trabajo por Abuso Sexual a las Infancias como el de Flavia Saganías, Gilda Morales, la niña Arcoiris, la niña Sol, Michelle y la niña Alicia, y remarcó que “en todos los casos que hay Asi (Abuso Sexual Infantil), hay una mujer que denuncia, que busca protegerles, hay prácticas de encubrimiento judicial, hay grupos antiderechos operando; y en todos los casos hay respuestas ilegítimas por parte del Estado. Así de 1000 casos de abuso sexual a las infancias, sólo 100 llegan a la justicia, y ¿saben cuántos tienen condena?, ¡uno!”. De esta manera, dejó en claro que “quienes son abusados tienen 99,9% de probabilidades de ser revinculados con quien lo torturó”. y aclaró que existen cuatro técnicas de aplicación en la realidad que vulneran los derechos de las infancias: el falso SAP (Síndrome de Alienación Parental), el síndrome de memorias implantadas, las amenazas a profesionales que asisten a infancias abusadas y el negacionismo de las lesiones. Por último señaló que todas las madres protectoras tienen denuncias penales en su contra, siendo el caso de Flavia el más extremo.

A continuación, la abogada de la hija de Flavia, Marcela Cano, relató la situación de revictimización que sufrió la niña al momento de la denuncia, quien fue trasladada por su mamá desde Capilla del Monte a Cosquín a las 4 am, en colectivo para que, luego de una larga espera, la trasladasen en móvil policial a la ciudad de Córdoba donde, sin almorzar ni merendar, a las 17 horas iniciaran la Cámara Gessel tratándose de una persona que no estaba preparada para ello.

Todas estas intervenciones son de suma importancia porque muestran no solo la manera en que la justicia patriarcal se maneja, revictimizando y condenando a quienes luchan en contra de los abusos y la violencia de género, sino también cómo el Estado contribuye a ello toda vez que las víctimas carecen de los recursos y del acceso a profesionales que asistan de manera integral la situación de violencia y abuso vivida.

Está claro que ni la policía, ni el sistema judicial actual, ni los funcionarios públicos de los ministerios de género, están en condiciones de hacerle frente a esta violencia estructural, porque son parte de ella. Por eso defendemos una y otra vez la necesidad de Consejos Autónomos de Mujeres y Disidencias sumados a fueros judiciales de género, como medidas de impacto que, unidas a la ESI, erradiquen de una vez y para siempre este sistema Cisheteropatriarcal y capitalista. Nada de esto será posible, sin lucha mediante. El Estado es responsable.