Mujer

27/7/2017

De carpa a carpa: el apoyo de las luchadoras de Córdoba a las obreras y obreros de Pepsico

De carpa a carpa: el apoyo de las luchadoras de Córdoba a las obreras y obreros de Pepsico.

@tomaseps


“Sabemos que es difícil esto, estar en la calle sin un salario, sin con qué darles alimentos a nuestros hijos, es muy dura la lucha, pero yo desde acá los aliento a seguir adelante, no bajen los brazos. Nosotras desde acá vamos a pelear, así que sigan adelante. Unidos, sé qué pueden lograr su objetivo”, expresa Graciela Caliba, una de las despedidas conductoras de Trolebús de Córdoba en lucha por la reincorporación, a las trabajadoras y trabajadores de Pepsico en la misma situación.


 


El testimonio forma parte de un material reproducido en la carpa que los obreros de Pepsico en lucha instalaron frente al Congreso, que la organización Plenario de Trabajadoras acercó en el marco de un encuentro allí del colectivo Ni Una Menos.


 



 


En el material reproducido, las despedidas dan cuenta del acampe que llevan hace más de 10 días frente a la Municipalidad de Córdoba, contra los 183 despidos ejecutados de forma ilegal en el transporte de la ciudad –una represalia por la gran huelga desarrollada allí por un aumento salarial acorde al avance inflacionario (muy superior al pacto de miseria firmado por la dirección nacional de UTA) y por “las elecciones libres del gremio, porque tenemos un gremio intervenido hace más de un año”.


 


Viviana Chiatti, una de las acampantes, denuncia que para llevar adelante las expulsiones “se asociaron la UTA con el señor intendente [Ramón] Mestre y los empresarios”. Este golpe se llevó con una gran virulencia por parte de la burocracia de la UTA, destituyendo a los delegados y delegadas combativos para allanar los despidos, en asambleas truchas y valladas por la policía, de las que se forzó a participar a un sector minoritario de los despedidos bajo la extorsión de perder definitivamente su trabajo.


 


La gran huelga de UTA Córdoba contó con un encendido protagonismo de las luchadoras, en defensa de los reclamos de las mujeres trabajadoras, completamente abandonados por los interventores de UTA. El asunto no pasó desapercibido por la burocracia, que actuó con un particular encono contra ellas: siendo el 6% del total de choferes, el 40% de los despidos se ejecutó sobre el plantel femenino.


 


“Sigan en la lucha, no bajen los brazos”, insiste Susana Cardozo, que como sus compañeras viste el uniforme de la empresa Tamse, “porque lo mismo que les está pasando a ustedes y a muchos trabajadores es lo que nos está pasando a nosotros”.


 


Dos acampes, dos provincias: una misma lucha contra el ajuste de Macri, los gobernadores, los intendentes y la burocracia sindical.