Mujer

13/11/2003|825

El 25 de noviembre en Santa Fe

La familia es una caja de resonancia de lo social. La mujer en la familia, tiene un nuevo rol, deja su casa, va al piquete, al corte, a la asamblea, debate problemas.


La crisis, la desocupación, el hambre, son las causas de la profundización de la violencia. La violencia familiar no es un hecho aislado. Los abusos, los golpes, las violaciones que sufren las mujeres y los niños no se pueden resolver desde la propia familia, porque son producto de una violencia ejercida por parte del Estado. Es la violencia de las políticas de ajuste y hambre. Es la superexplotación la que destruye y genera todo tipo de violencias.


La policía no tiene autoridad moral para resolver estos problemas. En nuestra provincia, Daniela Sparboli, maestra rural, fue violada y asesinada camino a su trabajo, y su crimen permanece impune.


Crecen los hacinamientos y los motines en las cárceles. La agresión entre los propios adolescentes es cada vez más frecuente en las escuelas. Cada vez son más las adolescentes que se animan a denunciar casos de violación.


El Estado no tiene ninguna respuesta para estos problemas, porque todos sus intereses son contrarios a los nuestros.


Con la movilización del 26 de septiembre, por la despenalización y legalización del aborto, obtuvimos una victoria: conseguimos que se abra el debate, que la Iglesia y el gobierno bloquean, y le arrancamos a este último la entrega de anticonceptivos. Debemos exigir también respuestas acerca del presupuesto para educación sexual y salud reproductiva.


Es en nuestras organizaciones de lucha donde las mujeres tienen mayor defensa para parar los golpes y actuar juntas y organizadas. En la 5ª ANT fue aprobada por 3.000 delegados la denuncia de que el Estado es el primer golpeador.


Debatamos en todas las asambleas la violencia hacia la mujer; impulsemos el Petitorio y luchemos para conseguir en Capitán Bermúdez, Rosario y Santa Fe Capital, albergues para las mujeres golpeadas y los niños maltratados.