En  el filo de la veda electoral, el gurú de la campaña de Macri, Durán Barbas, sorprendió con una declaración a favor de la legalización del aborto – "Si la señora quiere abortar, que aborte". En el mismo acto, aseguró que no importa si el Papa es argentino o sueco, o que se incline por algún candidato -"no suma ni diez votos"

En ese instante, a más de una se le atragantó la saliva. Pero para alivio de muchas y muchos, Macri salió rápidamente a defender la tradición de su espacio político, que es enemiga del aborto legal. Y calcando el proceder kirchnerista en la materia, se colocó como el páter (hoy es la mater CFK la que cumple este rol) que permitirá libertad de conciencia en el Congreso. En la carrera se anotó también Scioli que, como su contrincante, se autodefinió falazmente como defensor de la vida, como si un defensor del aborto legal no pudiera serlo, y aprovechó los dichos para también defender a Francisco, al que nombró extensamente en su campaña. La "casa está en orden" :  tanto Scioli como Macri son sostenedores de la doctrina que provoca la muerte de cientos de mujeres pobres al año, que deja mutiladas a otras tantas, y que principalmente, sienta las bases del trato discriminatorio contra las mujeres.

 

“Libertad de acción”

 

En definitiva el entredicho permite presentar al Pro como un espacio donde hay “diferentes voces”. A Durán Barba tampoco se le escapa de qué catadura política son las tendencias políticas que gobiernan la mitad de los países del mundo en los que el aborto es legal,  desde Cuba hasta  Inglaterra.

Pero la estrategia PRO al respecto es un calco de la del  kirchnerismo en todos estos años.  Bajo la muletilla de la “libertad de acción”, los K ni siquiera permitieron que sus diputados firmantes del proyecto de aborto legal  fueran a discutir el tema en Comisiones. Uno de ellos, el diputado Carlotto, prefirió ir a visitar al Papa a participar de una de las pocas instancias de discusión del tema en el Congreso. Así, terminó  violentando de manera grosera su función – o en realidad, cumpliéndola al extremo.

Estela Diaz, integrante de la CTA yaskista y de la Campaña por el derecho al Aborto, asegura en Página 12 del 20/11 que aunque los dos postulantes a la presidencia son anti aborto legal, conviene “votar a Scioli”. Uno de los ejemplos que coloca para defender esta posición es la actitud de Macri frente al intento de debatir el tema en el Congreso hace un año, y cuya postergación pidió para "bajar el nivel de agresión". Pero en esa oportunidad, fue un pacto entre Bullrich del Pro y la K Diana Conti presidenta y vice de la Comisión de Legislación Penal, lo que garantizó que el evento fuera una charca,  a la que empezaron por no concurrir la mayoría de los diputados k de esa Comisión.

Los candidatos del ajuste están del mismo lado del mostrador, también en esta materia. Defienden a ultranza todas las herramientas de control social que exige la preservación de este régimen de explotación. La amistad con el clero y el aborto clandestino son algunas de esas herramientas.