Mujer

6/9/2018

El audio contra la Educación Sexual Integral del Consejo Pastoral Evangélico de Córdoba

Ante el lobby clerical y reaccionario, vamos por la aplicación efectiva de la ESI laica y científica

Inmediatamente después de que las comisiones de Educación y de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados dictaminaran por mayoría las modificaciones a la Ley 26.150 (ESI), se viralizó un audio del Consejo Pastoral Evangélico de Córdoba, en el cual el pastor Carlos Belart enfatizó: “se decidió por unanimidad empapelar Córdoba con carteles con la frase ‘Con mis hijos NO te metas’ en colectivos, en todas las cartelerías fijas, y volantear en los colegios y domicilios advirtiendo sobre la ESI y esta perversión que hacen de una ley del año 2006”.


Asimismo en el mismo audio, el pastor Carlos Díaz señalaba: “acabamos de terminar la reunión y hemos tomado esta decisión por unanimidad, porque en Diputados ha salido dictamen para que a la ESI le incorporen la cuestión de género así que tenemos que actuar rápidamente según la opinión del Consejo Pastoral”.



La campaña que mediante sus voceros emprende el Consejo Pastoral Evangélico de Córdoba para rechazar las modificaciones, forma parte del poderoso lobby clerical que tuvo lugar en el marco del debate sobre la ley de interrupción voluntaria del embarazo; y como en aquella ocasión, la iglesia católica también tiene ahora un lugar protagónico. En efecto, hace unos días su lobbysta parlamentario local, el legislador Aurelio García Elorrio también se sumó a la escalada reaccionaria para rechazar la aplicación de la ley de educación sexual en la provincia, expresando sin tapujos que decirle a un chico chiquito de 5 años que no hay diferencias de sexo, y que es lo mismo enamorarse de un compañerito que de una compañerita, es corrupción de menores y un delito.


La reacción de estas instituciones oscurantistas frente a los cambios que se proponen, responde a que implican la modificación del art. 5 y con ello el destierro de la posibilidad de que los establecimientos educativos adapten la ESI a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros como ocurre en la actualidad, y que imponen la obligación de su aplicación sin injerencia religiosa de ningún tipo en las instituciones educativas públicas y privadas de todo el país. Después de 12 años de aprobada la ley ESI y de haberse comprobado el fracaso en su aplicación, con la eliminación del artículo 5 se cae el velo que desnuda la impostura del kirchnerismo que pactó con el Vaticano y las iglesias una ley al tiempo que les otorgaba una herramienta eficaz para obstaculizar su aplicación.


En Córdoba un relevamiento realizado por el Ministerio de Educación de la provincia sobre la efectiva implementación de la ESI en centros educativos públicos y privados durante los años 2016 y 2017 reveló que el déficit en la implementación se acentúa en el nivel secundario, y en particular en los colegios privados -en su mayoría confesionales- en los cuales predomina un enfoque moralista, relacionados con valores religiosos o espirituales, erigiéndose la abstinencia y la fidelidad como ejes para la educación sexual.


Esta realidad pone de manifiesto que el boicot a la educación sexual tiene como complemento indiscutible la delegación del Estado provincial de la educación en manos de la iglesia, sostenida mediante subsidios y exenciones impositivas.


La lucha por el aborto legal destapó los profundos vínculos que unen a la fuerzas políticas del régimen con la iglesia católica y otros cultos, en tanto su rol regimentador y de control social fundamentalmente en momentos de crisis y ajuste. Frente a la enorme lucha que cuestionó los cimientos de un régimen en el que impera la discriminación, desigualdad y la opresión, la reacción no se hará esperar.  


Para efectivizar la aplicación de la ESI, laica y científica es necesario profundizar la movilización popular por el aborto legal y la separación de la iglesia del Estado. Como en la reforma universitaria del 18, sin dudas en el poderoso movimiento estudiantil está la llave para quebrar el rol histórico de control social de la iglesia y sus lazos con el Estado capitalista.