Mujer

23/10/1998|605

El carácter del Encuentro y hacia dónde nos lleva

Plenario Autoconvocado de Mujeres Trabajadoras

Antes y durante el Encuentro se polemizó, desde diferentes corrientes y desde la propuesta oficial, sobre si éste debía ser exclusivamente deliberativo, horizontal, sin delegadas y pluralista, o si, por el contrario, debía ser, además de deliberativo, resolutivo, permanente e independiente.


La primera propuesta es la que se ha venido implementando en todos los Encuentros.


 


De un Encuentro al otro


La comisión organizadora del Encuentro se constituye con la participación exclusiva de mujeres de la provincia elegida. Estas mujeres pertenecen al gobierno provincial y a corrientes políticas con las que se relacionan localmente. Este año nos tocó una comisión radical, justicialista, frepasista y del Ptp.


Aquí no existe ninguna ‘deliberación’ u ‘horizontalidad’, todo lo contrario, las mujeres que dirigirán el encuentro se determinan por la más autoritaria, jerárquica, inconsulta y antipopular de las formas: el gobierno.


 


¿Este es el famoso pluralismo?


Las compañeras que tienen voluntad de constituir la comisión no tienen la menor oportunidad para ello. Las corrientes que no están en el gobierno son incluidas en este organismo que dirige el encuentro porque han realizado un acuerdo previo que no se da a conocer.


Ya está invalidado el ‘famoso’ carácter horizontal del encuentro, pero queda todavía mucho más.


Todos estos sectores coinciden en un temario previamente armado para las comisiones (36 temas, este año), en la elaboración de conclusiones, o sea una declaración y una lista de propuestas enumeradas, tanto si fueron consensuadas por la mayoría o por la minoría (oficialmente se incluyen todas), sin votación.


 


Método


Nuestra posición es que la verdadera deliberación debe basarse en la libre discusión, confrontada y luego votada. Este método, que es el método usado por la clase obrera, los estudiantes o los chacareros en sus asambleas, es la verdadera deliberación y democracia. Desarrollar, explicar y defender una posición y colocarse abiertamente a favor o en contra permitiría a todas las compañeras diferenciar posiciones, de-ci-dir y, por lo tanto, madurar políticamente. Lo contrario es agregar confusión y permitir que se mimetice como progresista o antiimperialista lo que no es más que puro seguidismo patronal que lleva al remate de nuestras luchas.


 


Más de lo mismo


Después de tres medio días de funcionamiento en talleres, se realizó el acto final, donde se eligió la sede del próximo encuentro y se leyeron las conclusiones de las comisiones.


Nadie más pudo agregarse a la comisión que discute las propuestas sobre la nueva sede (no nos permitieron ni acercarnos a sus reuniones ‘fantasmas’) y en el acto se usó el ‘aplausómetro’ estilo “Feliz Domingo”.


La elección del lugar del próximo Encuentro, aún sin discutir su anualidad, debe ser producto de una deliberación democrática, en función de los intereses que nos movilizan al Encuentro, que es encontrar una salida común, facilitando la concurrencia, ubicando los centros más combativos del país, las facilidades de traslado y alojamiento, etc. Defender y aumentar la masividad es defender el carácter que las masas obreras y populares le han impreso al Encuentro, pese a sus ‘organizadoras’. Las mujeres de los gobernadores huyeron espantadas, en otros Encuentros, debido al repudio de las compañeras y hemos contrarrestado más de una vez a la Iglesia que inventa miles de formas de atacarlos.


El traslado de miles de compañeras a Bariloche (la sede del próximo Encuentro) será costosísimo para muchas mujeres. Y en el caso de evaluar las luchas del sur del país (el Turbio y Cutral Co de ejemplo bastan), habría que darse una política durante todo el año para lograr el traslado de las piqueteras y luchadoras del norte del país.


 


Nuevo plenario


La exposición de las propuestas basadas en argumentos políticos para facilitar la lucha y el triunfo, un debate ordenado y una votación a mano alzada es un método que sí se corresponde con una voluntad de organización y lucha por reivindicaciones de las mujeres. Métodos y posiciones políticas, se corresponden.


Por eso, bastó que apareciera un planteamiento masivo y organizado de las Trabajadoras Autoconvocadas, de otras compañeras independientes y de otras corrientes con las que coincidimos, para que se desnudara el carácter autoritario de las organizadoras: las matoneadas durante la marcha, la prepotencia con que se nos excluyó de las reuniones de la comisión organizadora, la no inclusión de las propuestas elaboradas por nosotros en los informes finales de los talleres, la dilación del acto final, que al no limitar el tiempo de las intervenciones, excluyó a las compañeras que debíamos hacer miles de kilómetros para volver a los lugares de trabajo, los empujones y golpes a mujeres que exponían sus posiciones, etc. son muestras de que a los que defienden esta política sólo les queda imponerla por la fuerza porque las compañeras quieren “organización y plan de lucha”, como decían los cantos de la marcha.


Por último, debemos encarar el tema de la representación directa, las delegadas y la permanencia o no de una organización.


Nadie duda de que la movilización masiva es efectiva para darse una política propia, pero quién va a dudar que atrás de las miles de mujeres que participamos en el Encuentro hay miles más que no pueden asistir, entre otros problemas, por la dureza y violencia social con que somos tratadas: solas, a cargo de hijos, con enormes dificultades económicas. ¿Por qué negarles a estas mujeres su participación; por qué no darle al encuentro un carácter más masivo aún, con sus declaraciones y pronunciamientos?


 


Por un plan de lucha


En este encuentro, la mayoría de las comisiones se pronunciaron por medidas de lucha, paros, movilización, cortes de rutas, contra la desocupación y la miseria salarial, básicamente. Si durante el Encuentro se eligen delegadas para organizar estas luchas, ¿no lograríamos, con esta organización, la derogación de la reforma laboral, el subsidio al desocupado, etcétera?


Si nuestras delegadas no cumplen luego con su mandato, la revocabilidad permitiría una nueva elección. Pero para esto hay que delimitarse claramente: se está con los explotados o con el gobierno; se está por planes de lucha hacia la victoria o se está por su desvío hacia el fracaso.


En un momento crucial en el cual son ellos o nosotros, esta delimitación es fundamental.


A medida que la crisis se profundiza, la necesidad de las compañeras de encarar una lucha común y triunfante también se profundiza y en este encuentro empalmó con los planteos del plenario.


Pero también queda al descubierto e impuesta por la fuerza, la regimentación que los partidos patronales intentan imprimirles, desde hace ya muchos años, a los movimientos de lucha, con el fin de desalentar y derrotar a las masas.


 


No a las patronales y al clero


Por eso reivindicamos la independencia política: dejar que el gobierno y la Iglesia se nos metan en nuestros encuentros es suicida, debemos tomar en nuestras manos las tareas de definir el rumbo de nuestras luchas, en forma independiente.


El Plenario de Mujeres Trabajadoras Autoconvocadas está por la lucha independiente del gobierno y por su triunfo; tomando el mandato de las mujeres del Encuentro, llamamos a las organizaciones y mujeres del país a poner en pie un movimiento de las mujeres explotadas.


Los cientos de compañeras conectadas en el Encuentro nos permitirán extender la red y continuar la movilización con la jornada del 25 de noviembre contra la violencia hacia la mujer, por el subsidio de 500 pesos para todo desocupado y el reparto de las horas de trabajo por igual salario.


El método y la posición política coinciden.