Mujer

16/2/2021

Río Negro - Chubut

El caso de los pastores Figueroa: padre e hijo condenados por abuso a menores, en libertad

La complicidad de la Justicia con el Poder Judicial.

Mucha repercusión generó en las provincias de Río Negro y Chubut que los pastores Figueroa se encuentren en libertad. José Lucino Figueroa fue condenado a solo 3 años de prisión en suspenso, e inhabilitación especial de 10 años para desarrollar actividad religiosa en Bariloche, a pesar de haber una cantidad de casos de abuso confirmados en su contra. Samuel Figueroa, su hijo, quedó libre debido a la anulación de su condena por un “error” de los jueces, luego de haber sido encontrado culpable del abuso sexual de su propia hijastra y una prima de ella, y condenado a 14 años de prisión efectiva.

La “Justicia” Rionegrina

Jose Lucino Figueroa, pastor de la Iglesia Unión Pentecostal ubicada en el cruce de las calles Basilea y Pasaje Gutiérrez de la ciudad de Bariloche, fue condenado por el abuso cometido durante los años 2006 y 2008 a menores de edad que allí asistían.

El primero de los hechos tuvo lugar entre junio y julio de 2006, contra un niño de 13 años al que hizo concurrir a su iglesia para tocarle los genitales. El segundo ocurrió en la madrugada del 25 de septiembre del mismo año, también siendo víctima un niño de 13 años pero en esta ocasión durante un velorio donde lo apartó para tocarle los genitales e intentar besarlo en la boca. Con este niño repitió su accionar en varias ocasiones, desoyendo el reclamo de la madre del menor y entregándole dinero a cambio de que guarde silencio.

El tercer hecho sucedió en un probador de una tienda de ropa, al que llevó a otro menor de 13 años para tocar sus partes íntimas. El cuarto hecho tuvo por víctima a otro joven en una obra de construcción. Por último, le atribuyeron un quinto hecho ocurrido aproximadamente en el año 2010, cuando se abalanzó sobre otro menor para tocarle sus genitales mientras le decía: “Yo hace mucho tiempo que estoy enamorado de vos”.

Debido a la cercanía que mantenían las familias con este sujeto, las víctimas vivieron en silencio, ocultando lo sucedido. La primera denuncia penal se radicó en mayo de 2013, tras las cual se presentaron otras siete, de las cuales cinco prosperaron en el procesamiento del pastor y finalmente tres se comprobaron. El pastor José Lucino Figueroa fue condenado finalmente el 14 de agosto de 2015 a la pena de 3 años de prisión condicional e inhabilitación especial de 10 años para desarrollar la actividad religiosa. Actualmente se encuentra en libertad.

Beneficios para los abusadores

El pastor Josué Samuel Figueroa fue condenado a 14 años de prisión efectiva por abuso con acceso carnal cometido contra su hijastra, y abuso simple cometido contra la prima de la misma en el pueblo de El Maitén. Se encuentra en libertad debido a la anulación del juicio oral y público que se llevó adelante durante los años 2019-2020.

Ambos casos ocurrieron entre los años 2000 y 2007. La hijastra sufrió abusos sexuales entre sus 8 y 15 años, y su prima entre la edad de 13 y 14 años. Según relatan, ambas vivieron entre presiones y amenazadas, hasta que se animaron a contar lo ocurrido varios años después. La denuncia fue radicada en 2017, y la causa estuvo a punto de prescribir pero finalmente se reactivó el dictamen dando la culpabilidad de los hechos al acusado.

Pero hace cinco días el Superior Tribunal de Justicia de Chubut decidió revocar la sentencia al pastor Samuel Figueroa. Esto, debido a un “error” de los jueces del Tribunal de Esquel, porque el período transcurrido entre el veredicto y la condena no fue el estipulado por la ley. La lectura del veredicto se habría cumplido el 17 de marzo del 2020, y el fallo de la condena fue dictado recién el 10 de agosto, cinco meses después.

Ahora se llevaría adelante nuevamente el juicio, obligando a las víctimas a tener que pasar otra vez por este proceso judicial que no garantiza una condena similar a la dictada y las revictimiza. Ya antes de comenzar a cunplir su condena. al pastor se le concedieron 10 días en libertad para “resolver algunas cuestiones personales”. Debía presentarse el 26 de agosto en la comisaría de Cholila, a 65km de El Maitén, pero nunca se presento, por lo cual nunca estuvo en prisión.

Abajo la impunidad

Estos casos desnudan los vínculos entre la Justicia, el clero y el poder político, y despertó un repudio popular en El Maitén, que se expresó en constantes movilizaciones mientras se realizaba el juicio. Las asambleas de mujeres también denunciaron la impunidad, y dejaron en claro que la lucha continúa.

Desde el Plenario de Trabajadoras exigimos justicia para las víctimas de los abusos cometidos por los pastores Figueroa, y repudiamos el accionar de la Justicia otorgando la libertad a estos aberrantes personajes. Llamamos a la comunidad a seguir organizándose y movilizándose para quebrar los operativos de impunidad eclesiástica. Hacemos responsable al Estado por la violencia ejercida a niños y niñas por parte de la iglesia, a la cual ampara.

Nos ponemos a disposición de las víctimas y familiares. Hoy más que nunca, reclamamos la separación de las iglesias y el Estado. Basta de impunidad a los pastores y curas abusadores.