El cinismo del “misoprostol en Precios Cuidados”
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Bajo el kirchnerismo estaba prohibida la producción y comercialización de misiprostol para uso abortivo. Foto: Fede Imas
Cuando se denuncia que Cristina Fernández bloqueó el tratamiento del aborto legal en el Parlamento durante sus mandatos, militantes pejotistas y kirchneristas responden que bajo el kirchnerismo había “misoprostol en Precios Cuidados”.
Sin embargo, la realidad es muy diferente. Bajo el kirchnerismo estaba prohibida la producción y comercialización de misoprostol para uso abortivo por resolución del ANMAT. El Ministerio de Salud proveía a los hospitales de Oxaprost, producido por el Laboratorio Beta, al cual el Estado accedía a pagarle sumas millonarias muy por encima del costo de producción y comercialización de dichas drogas.
La producción y comercialización de Miso 200 mg recién se autorizó para el laboratorio Domínguez en 2018. No es casualidad que esta autorización se diera el mismo año que miles y miles de personas se movilizaron por el aborto legal. En medio de la gran ola verde, también la provincia de Santa Fe prometió que a fin del año pasado iba a lanzar una producción propia de misoprostol de 200 mg, algo que finalmente no ocurrió hasta ahora.
El Laboratorio Beta, una empresa especializada en la fabricación de productos relacionados con el reuma, ha sido una de las empresas más beneficiadas con la clandestinidad del aborto que promueve el Estado.
A raíz de que el monopolio del uso de misoprostol fue dejado, por el gobierno kirchnerista, en manos del laboratorio Beta, esta empresa incrementó a niveles insultantes el precio de este medicamento, que está hoy entre los 4.500 y los 5.500 pesos. La ausencia legal de producción del medicamento adecuado para producir abortos químicos incrementó también la venta ilegal de pastillas “genéricas” que, particularmente en los barrios y villas, significaron y significan un enorme negocio y un factor de grandes riesgos para las mujeres que gastan sumas muy importantes de dinero en productos de dudosa procedencia.
Entonces, ¿qué hay que agradecer a CFK? Los únicos que deben agradecer a la ex presidenta son los dueños del Laboratorio Beta (de Gregorio Zidar, ex directivo de Boca Juniors bajo la conducción de Mauricio Macri), al cual se le permitió elevar los precios sin techo y se les ofreció un medio de propaganda gratuita, publicitándolo dentro de los “precios cuidados”. Un analgésico (de precio promedio de 200 pesos los 16 comprimidos) y un cobertor gástrico (120 pesos los 14 comprimidos) a 4.500 o a 3.000 pesos (!) no se agradecen.
Cristina Kirchner nos dejó el artículo 19 del Código Civil y Comercial, un ariete fundamental para accionar judicialmente contra la práctica del aborto, sobre el que el movimiento antiderechos ancla sus posiciones reaccionarias, junto a otros de igual nocividad en los que se le otorga a la Iglesia enorme poder. También nos dejó el artículo 5° de la ley de educación sexual integral que impidió su aplicación en la mayoría del sistema educativo. Nos dejó, en definitiva, como experiencia política, una nociva y profunda postración frente al clero.
#AbortoLegal y punto.