Mujer

9/3/2020

El día de la mujer trabajadora en América Latina

Como era de esperarse este 8 de marzo las mujeres de América Latina salieron masivamente a manifestarse por sus demandas en conmemoración del día internacional de las trabajadoras. Las consignas por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y contra la violencia hacia las mujeres, se entremezclaron con consignas contra las políticas de los distintos gobiernos. El movimiento de mujeres volvió a plantar bandera y a vestir de verde el continente.


En un Chile sacudido por la rebelión popular, más de dos millones de manifestantes se hicieron sentir en la capital de ese país, y decenas de miles lo hicieron en el resto de país. La represión sobre los manifestantes no pudo frenar la contundente demanda popular de “Fuera Piñera” y las consignas del derecho al aborto legal, seguro y gratuito y el cese de los femicidios. Al gigante pañuelo verde que vistió la multitudinaria marcha se sumó una gran bandera negra que los manifestantes apostaron frente al palacio presidencial con la consigna “Renuncia Piñera”.




En la Ciudad de México la jornada internacional de la mujer trabajadora se transformó en un hecho histórico. Más de 150 mil mujeres se congregaron en la ciudad, y otro tanto lo hizo en el resto del país, para exigir el fin de los femicidios y reclamar por las mujeres que aún se encuentran desaparecidas, contra el trabajo precario y la defensa del territorio. En México se producen 11 femicidios por día, las mujeres salieron masivamente a plantar bandera contra la violencia de género y la completa inacción del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por lo tanto, la complicidad del Estado. La colorida y multitudinaria movilización se coronó con un efectivo y contundente paro nacional de mujeres el día lunes 9 de marzo que tiene el objetivo de poner en evidencia el rol de la mujer en la actividad económica, a la vez que dar cuenta de la tremenda precarización y los sueldos de miseria que perciben. 


En Brasil, miles de mujeres en los distintos estados, trabajadoras, docentes en huelga, estudiantes, indígenas, reclamaron el fin de la violencia hacia las mujeres, el aborto legal, iguales derechos, a la vez que exigieron terminar con el racismo y levantaron la consigna de fuera el machista y misógino Bolsonaro (recordemos que en este país se produjeron grandes marchas bajo la consigna EleNao). En las movilizaciones de Brasil también se reclamó justicia por Marielle Franco, concejala del Psol asesinada en Río de Janeiro hace dos años.   


Otro centro de movilización multitudinaria se desarrolló en El Salvador, uno de los países con las leyes más restrictivas respecto del aborto y que cuenta con una cantidad importante de mujeres presas por abortos espontáneos. La masiva movilización se desplazó hasta la plaza Gerardo Barrios, en el Centro Histórico de la capital. Las manifestantes alzaron sus consignas contra la explotación laboral y acoso sexual en las maquilas por parte de supervisores y operarios, la falta de un salario digno, las retrógradas leyes contra el aborto y la violencia en general contra las mujeres y niñas. El enorme valor de la movilización en El Salvador reside no solo en las conquistas políticas que levantó, contrarias al gobierno misógino de Nayib Bukele, sino también al hecho de que las manifestantes reivindicaron el uso de las calles como “un lugar nuestro y siempre negado”. 


En Perú se desarrolló una importante movilización bajo la consigna “Trabajadoras sí, explotadas y violentadas no” con cientos de mujeres que marcharon hacia la Plaza San Martín, en Lima. De la movilización participó Rosario Aybar, madre de Solsiret Rodríguez, activista feminista de NiUnaMenos Perú, asesinada hace dos años en manos de su pareja, su cuñado y la novia de éste.



Las marchas de mujeres se replicaron en otros países de América Latina como Colombia, con consignas contra la violencia. En Puerto Rico la marcha partió de La Fortaleza -calle símbolo de lucha en el país por el pasado año- hasta El Capitolio, donde las oradoras dedicaron la movilización a las mujeres “que resisten en sus comunidades y combaten día a día la violencia del Estado” y a Adolfina Villanueva, quien fue asesinada en 1980 por un agente policial. También en Ecuador se realizó una importante movilización en Quito y en otras partes del país donde reclamaron al Estado y las autoridades por las altas tasas de violencia de género y femicidios y par exigir el derecho al aborto legal y seguro. Uruguay también fue escenario de una nutrida marcha que llamó a que “en tiempos de rebeldía despatriarcalizamos la vida".


Las movilizaciones en todo el continente dan cuenta de una situación de ebullición social más general de los pueblos latinoamericanos contra las políticas gubernamentales en momentos de ajuste capitalista contra el pueblo trabajador en toda América Latina. La lucha por los derechos de las mujeres, con sus multitudinarias y coloridas marchas, debe convocar y llamar a toda la clase trabajadora para acabar con este sistema de opresión, explotación, violencia y misoginia.


Viva la lucha de las mujeres contra la explotación, la opresión y la violencia.


Viva el día internacional de la mujer trabajadora.