Mujer

29/5/2021

El Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres

Una pelea contra el Estado y las iglesias.

Desde hace 34 años se conmemora el 28 de mayo como día de lucha y de reclamo por el acceso de las mujeres a la salud, y en particular por el acceso a la salud sexual y reproductiva.

Este año, al igual que el anterior, nos encuentra atravesadxs por la pandemia del Covid-19 que tiene al sistema de sanitario al borde del colapso, producto de décadas de vaciamiento y desfinanciamiento. Para las mujeres trabajadoras, el acceso a la salud, sea en instituciones estatales como a través de las obras sociales, es una odisea. Incluso más en aquellos tratamientos que son parte de nuestra agenda. Este 28M exigimos centralización del sistema de salud, liberación de patentes y vacunas para todas.

Enlaza con esto la sobrecarga de tareas al interior de los hogares por el aislamiento social, teletrabajo alternado o superpuesto con tareas de cuidado, acompañamiento de la escolarización virtual de lxs niñxs o directamente la exposición permanente a contraer el virus quienes son obligadas a concurrir de manera presencial.

El aumento de la pobreza y de la indigencia, que viene de la mano del ajuste, la burocracia y las demoras para acceder a programas y subsidios, la quita del IFE, completan el cuadro de descomposición de nuestras condiciones de existencia. Nota aparte merecen las compañeras que se encuentran trabajando en los merenderos de los barrios, dónde escasean los recursos alimenticios y no reciben los elementos de sanitización suficientes por parte del Estado.

Este año celebramos, como producto de la lucha del movimiento de mujeres y diversidades, la conquista de un derecho tan sentido como postergado: el de la Interrupción Voluntaria del Embarazo sancionado en diciembre del 2020. Lo arrancamos con la organización y la lucha callejera, ante la cual este gobierno tuvo que tomarlo en su campaña electoral.

Sin embargo, esta conquista tuvo y tiene que sortear una y otra vez los intentos de sectores clericales (tanto católicos como evangelistas) de bloquear su efectiva aplicación. En varias provincias, como Tucumán, San Luis y Chaco, los sectores antiderechos, muchos de ellos con llegada a diferentes funcionarios de gobiernos municipales, provinciales o nacional, presentaron amparos que terminaron por desestimarse.

Los embates no se acaban ahí. Estos mismos sectores integran el sistema de salud, declarándose objetores de conciencia y presionando a todos los efectores de salud de las instituciones en el mismo sentido. Hay hospitales o clínicas que no cuentan con una sola persona que lleve adelante la IVE.

Por otro lado, a través de movimientos como “Con mis hijos no te metas” o la cruzada contra la denominada “ideología de género”, pretenden cercenar el derecho de estudiantes y docentes a una educación sexual integral, laica, científica y respetuosa de las diversidades sexuales y de género.

Todo lo anterior exige que reforcemos la lucha por la separación de las Iglesias y el Estado, de manera independiente de los gobiernos, cuando nos quieren presentar a la figura del Papa como salvavidas del ajuste fondomonetarista. Son los mismos que mantienen en la precarización a las trabajadoras de salud, a las docentes, y a todas las trabajadoras. No lo podemos permitir.

Este día por el derecho a la salud de las mujeres nos encuentra realizando el segundo congreso nacional del Plenario de Trabajadoras, en el que miles deliberamos y resolvemos acciones de lucha por todas nuestras reivindicaciones.

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https://prensaobrera.com/mujer/la-lucha-por-la-esi-contra-los-abusos-eclesiasticos-y-por-la-separacion-de-la-iglesia-del-estado/