Mujer

2/12/2019

El Estado opresor… el violador eres tú

Un grito global en apoyo a la rebelión de Chile

La performance "Un violador en tu camino" del colectivo Las Tesis de Chile se extendió por el mundo en apoyo a la rebelión del pueblo de ese país y denunciando una situación internacional de abusos y violaciones impune.


 El contenido político de la canción y de la actuación del tema es de una gran potencia, porque la denuncia coloca las responsabilidades sobre los mecanismos de abuso y sobre los poderes del estado cómplices de la producción y reproducción de la violencia sexual como instrumento de opresión.


En un país revolucionado, donde el gobierno de Sebastián Piñera está desplegando toda la fuerza destructiva del aparato represivo para liquidar la rebelión de lxs explotados, incluida la reinstalación de centros clandestinos de detención y tortura, la mutilación de los luchadores y las violaciones a mujeres, mostrando la verdadera cara del estado capitalista, esta canción viene a condensar el significado de la consigna el estado es responsable: "Es femicidio. Impunidad para el asesino. Es la desaparición. Es la violación"




"El violador eres tú"


"Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía" aparece como un momento liberador en cada una de las performances de Concepción de Chile, de Asunción del Paraguay, de París, de Barcelona, de las varias decenas de ciudades donde en la enunciación de este párrafo se realiza un verdadero descargo contra la operación clásica que busca descargar sobre la víctima la responsabilidad de su propio cuidado y en definitiva sobre el oprimido la responsabilidad de la opresión, haciendo caso omiso de las condiciones materiales donde se fundan las relaciones de explotación y opresión.


El punto desató una verdadera catarata de testimonios en redes sociales, con personas de todos los géneros y sexos relatando situaciones de violación y abuso, ocultos durante años en estos mecanismos justificantes que producen silencios de familia o trabas psicológicas para contar los hechos de abusos sobre mujeres y niños. Es en la familia donde mayormente se producen estas vejaciones, precisamente el lugar designado por las iglesias "como ámbito natural y primario"  para que las infancias reciban educación sexual. Un tema estadísticamente relevado y sobre el que no pueden se puede alegar ignorancia. Defienden los vínculos jerárquicos basados en el sometimiento y el miedo, que son propios también de la dominación clerical.




Y típicos del tránsito revictimizante que deben atravesar quienes denuncian en los estamentos estatales. En la performance la objeción a ese mecanismo no es sólo un reproche al atraso cultural y la barbarie, también está directamente vinculada a los poderes que apelando esas herramientas garantizan la impunidad: "los pacos, la justicia, el estado, el presidente". 


Si bien en las actuaciones internacionales esta denuncia aparece como un reclamo genérico, no debe perderse de vista que en Chile la misma tiene como objeto concreto de denuncia a la policía y al gobierno, que justifican las innumerables vejaciones a los derechos humanos criminalizando la protesta social. Así, los cientos de muertos y los miles de mutilados serían responsabilidad de los manifestantes por el "vandalismo" y las "protestas violentas". Varias analistas señalan que el disparo a los ojos es una táctica militar de la doctrina "anti subversiva" que apunta a estigmatizar -de por vida- a quienes participan de los combates callejeros.



No es casualidad que la refutación de estos mecanismos mistificadores de la represión capitalista haya partido del movimiento de mujeres, con un largo aprendizaje basado en agotar la experiencia frente a departamentos de policía, tribunales y oficinas de gobiernos.




El estado opresor es un macho violador


"Duerme tranquila niña inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tus sueños dulce y sonriente vela tu amante carabinero".


Según el informe de Human Rights Watch y INDH (Instituto nacional de Derechos Humanos de Chile) "se han presentado 442 querellas y 341 se refieren a delitos como torturas y malos tratos y otras 74 a denuncias de abusos sexuales. El pasado 21 de octubre, varios infantes de Marina detuvieron a una mujer de 39 años en la ciudad costera de Valparaíso. “Los agentes jalaron su cabello, la arrojaron al suelo y le propinaron golpes en la espalda con sus armas. Le ordenaron que caminara como un perro mientras le apuntaban con sus armas, hasta llegar a una parte de la calle donde corría agua y allí le dijeron que se arrastrara como un gusano (…) Los desnudos en comisarías afectan sobre todo a las mujeres y las niñas (…) Xiomara Aguilar, de 18 años, fue detenida en los primeros días de protesta. En la comisaría, “las obligaron [a ella y a su amiga] a desvestirse y hacer sentadillas completamente desnudas (…) "Me hacían gritar muy fuerte: ‘Soy maricón”, relató Josué Maureira. El joven, de 21 años, llevaba las uñas pintadas y pantalones apretados (…) Una vez en la comisaría, cinco carabineros lo violaron con un bastón policial" (El País, 26/11)




 



Carabineros de Chile ha lanzado una acusación internacional contra la cantante Mon Laferte, por denunciar en su cuerpo desnudo pintado las graves violaciones que la policía ejecuta contras las manifestantes mujeres, vanguardia con sus pañuelos verdes en la lucha callejera. Una de las herencias más prístinas de la dictadura de Pinochet.




La iglesia también es responsable


Tal vez la gran ausencia de esta performance son las iglesias. No sólo por su papel en la violación sistemática, es decir institucional, contra mujeres y niñas que está atravesando la "tercera oleada de denuncias" por delitos sexuales de miembros de la Iglesia con más de mil casos denunciados en América Latina, según reportó la ONG británica Child Rights International Newwork (las otras dos se dieron en Estados Unidos, en 2002, y luego en Europa y Oceanía) (El País, 14/11). Sino también por su papel político como sostenedora del golpe en Bolivia y del propio gobierno de Piñera.


 Como dijimos, América Latina está partida entre la rebelión de un amplio sector de las masas contra las políticas que buscan descargar la crisis capitalista sobre sus espaldas y una ofensiva imperialista que tiene a las iglesias ocupando un lugar clave en la contención social del ajuste, en beneficio de las políticas fondomonetaristas y los planes antiobreros. 


Con todo, esta gran muestra de arte revolucionario es la conjunción de los dos procesos profundos de rebelión de las masas explotadas: la lucha internacional de las mujeres y la del pueblo explotado de Chile. Por ellxs ganemos las calles. 


Fuera Piñera


Abajo el estado opresor


Por la unidad de lxs explotados contra toda forma de barbarie