El 7 de junio empezó en Francia el mundial de fútbol femenino. El mismo se desarrollará durante un mes, y compiten 24 equipos de distintos países del mundo.

Argentina jugó su primer partido el lunes 10 y logró llevarse 1 punto contra Japón, una de las mayores potencias en este deporte. El resultado sorprende y genera muchas esperanzas en las que seguimos este deporte desde hace años, ya que la diferencia estructural entre Argentina y Japón es enorme.

En Argentina, debido a una ardua lucha de las jugadoras por ser reconocidas como profesionales, recién hace unos meses se aprobó la semi profesionalización del fútbol femenino. Se estableció que debe haber 8 contratos por club, pero los sueldos no se acercan a la canasta básica. Es un avance y una conquista de las jugadoras, pero aún falta mucho.

Durante dos años la Selección Argentina no tuvo cuerpo técnico y fue boicoteada por AFA, que se quedaba con parte de los fondos que giraba la FIFA para el fútbol femenino en Argentina. A las jugadoras no les pagaban los viáticos, no les proveían de indumentaria adecuada y en muchos casos no se hacían cargo de sus lesiones. Esto sólo para nombrar algunas penurias que vivieron las chicas.

Pero lo más destacado en este mundial, sin lugar a dudas, es el lugar ganado por el fútbol femenino en Argentina en estos momentos. Es la primera vez que se transmiten los partidos en la televisión pública y en otros medios de consumo masivo, y que se le da relevancia en los programas de deportes que hace sólo meses ni siquiera hablaban de su existencia. Este hecho no responde a la voluntad de los dirigentes o de la AFA, sino a la lucha de las jugadoras por visibilizar sus reclamos más elementales.

Este lugar del mundial de fútbol femenino en la apreciación colectiva popular, como así también la pelea que están dando las jugadoras de fútbol por sus reclamos, son patrimonio de la movilización del movimiento de mujeres que en los últimos años ha inundado las calles para luchar por sus derechos, irrumpiendo fuertemente en la situación política e imponiendo en parte su agenda.

¡Adelante jugadoras, a seguir organizándonos por el derecho al deporte! ¡Aguanten las pibas, trabajadoras, estudiantes y futbolistas!