Con solo dos votos en contra, el Concejo Deliberante de Quilmes se pronunció a favor de la ley de interrupción voluntaria del embarazo.

Es el resultado de la presión ejercida por la lucha las mujeres. Un año atrás se le negó en la Clínica del Niño en Bernal el aborto no punible a una niña de 12 años, embarazada producto de repetidas violaciones. El municipio optó en aquel entonces por el silencio absoluto.

Los bloques políticos que ahora aprobaron esta declaración son co-responsables de la sistemática negación de derechos y reclamos de las mujeres del distrito.

El gobierno de Martiniano Molina no solo no comenzó la obras del refugio para mujeres que había prometido, sino que además despidió a cientos de trabajadoras municipales, cerró salitas sanitarias y desmanteló el jardín municipal.

Por su parte, los concejales de la oposición que votaron a favor, del bloque kirchnerista, apoyaron a un gobierno que bloqueó nada menos que siete veces el tratamiento del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo. Su jefe político, el ex intendente “Barba” Gutiérrez, jamás construyó el refugio que prometió mil veces y mantuvo en su gabinete como secretario de Salud a Sergio Troiano, que le partió la mandíbula a su esposa dentro del edificio del municipio.

Tenemos que aprovechar el envión de la lucha y este pronunciamiento para ir por todas nuestras reivindicaciones: el aumento del presupuesto de salud para garantizar la atención ginecológica de las mujeres y de sus hijos, el salario igual a la canasta familiar para las trabajadoras y trabajadores municipales, la apertura de jardines maternales municipales, la creación de un centro integral para atender a las mujeres que sufren violencias, y subsidios acordes a sus necesidades para que puedan rehacer sus vidas.

Por el camino de la independencia política

Las mujeres que venimos desarrollando la lucha por nuestros derechos hemos transformado a la lucha por el aborto legal en una franca lucha política contra el Estado.

Los partidos que se negaron siempre a discutir el derecho de las mujeres al aborto legal y perpetuaron el aborto clandestino y la alianza entre el Estado y la Iglesia, ahora intentan montarse sobre nuestra lucha para fortalecer sus armados electorales. Las mujeres no podemos caer en esta trampa. 

Las mujeres que luchamos por el aborto legal debemos sacar conclusiones de fondo cobre el carácter de clase de este régimen para enfrentar un brutal plan de guerra contra los trabajadores. El acuerdo con el FMI que viene por más ajuste en educación y salud pública y por la destrucción de las condiciones de trabajo. Comienzan a profundizarse las luchas, y en todos los casos, en la primera línea de las asambleas y movilizaciones, emergen cientos de pañuelos verdes. 

Vamos por un masivo 4 de junio y por la aprobación de la ley de aborto legal seguro y gratuito.

¡Vamos por lo nuestro, compañeras!