Este martes 10 de abril, empiezan las audiencias por el aborto legal en el Congreso de la Nación, un debate que tendrá lugar por primera vez en la historia de nuestro país. 



Serán 32 los expositores que intervendrán entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde del día de mañana, para hablar a favor y en contra de este derecho, en un armado amañado por los presidentes de las cuatro comisiones legislativas –que responden a Cambiemos –, que remite a la “teoría de los dos demonios” pero en el campo de la lucha por los derechos de las mujeres. 



El oficialismo ha dividido las intervenciones de los “pro y anti” derecho al aborto en partes iguales, en un reparto que apunta a distorsionar una realidad: existe una fuerza social mayoritaria a favor del derecho al aborto. Esto se expresó de forma contundente el pasado 8M, con un millón de personas en las calles y así lo revelan numerosas encuestas, que dan cuenta de una compresión general acerca de la necesidad de que el aborto sea legal, con más del 60% de la población a favor de este derecho.



Esta mayoría social está patente también en el bloque de los 16 expositores que intervendrán por la legalización del aborto, donde se destacan militantes por los derechos de las mujeres y reconocidas actrices, dando cuenta de un proceso de años de construcción del movimiento de mujeres y de la popularidad de esta reivindicación, que ha ganado a personalidades de la cultura  a pronunciarse. Son los casos de Carla Peterson y Griselda Siciliani, que han víctimas de un ataque artero de Jorge Lanata, quien intentó desconocer que desde hace tiempo ambas se pronunciaron a favor del aborto legal.



Del otro lado, por el contrario, se amontonan los interlocutores del Vaticano y la iglesia evangélica, los voceros de las clínicas privadas y sectores apologéticos de la última dictadura militar, que aspiran a defender sus privilegios de clase y de casta. Entre ellos se destaca Rodolfo Barra, ex juez de la Corte menemista, que perteneció al grupo nacionalista Tacuara, afín al fascismo y que informaciones periodísticas señalan habría sido arrestado por el atentado a una sinagoga. Junto con personajes de este talante están médicos del Hospital Austral y de la UCA, además de fundaciones pro clericales. 



Para matizar este bloque rabiosamente reaccionario, tomará la palabra “el padre” Pepe en nombre de los curas villeros, quien recogerá la línea política que por estas horas lanzó el Papa, refiriéndose de forma elíptica a la hipocresía de quienes defienden la vida desde la concepción pero no luchan contra la pobreza que padece mayoritariamente la infancia en nuestro país, una realidad que no pasa de un ardid viniendo del rey que gobierna el Banco Vaticano.  



La distribución de los oradores anticipa la posibilidad de que el gobierno intente cerrar el debate en torno del aborto mediante un compromiso con el Vaticano; de forma sugerente, numerosos medios de comunicación vienen sustituyendo el reclamo de aborto legal, seguro y gratuito por el de despenalización, mientras está en ciernes una reforma del Código Penal.

Al habilitar este formato del debate, el gobierno intenta mostrar una grieta en torno al abortoque no tiene asidero en la realidad, pero que ha servido para propiciar que los sectores anti derecho movilicen mañana en el horario en el que intervendrán sus voceros. Quienes hemos batallado contra la injerencia de las patotas clericales en los Encuentros Nacionales de Mujeres, sabemos muy bien que este conglomerado está lejos de ser afecto a los debates democráticos, que reemplazan con cánticos “exorcizantes”, agua bendita y frascos con fetos en formol, agresiones que a veces derivan en violencia física, que es responsabilidad del gobierno que no ocurran.



Redoblar la movilización popular



El movimiento de mujeres, en lucha por sus derechos, desnudará las maniobras del macrismo y del bloque político que responde al Vaticano, desarrollando a fondo la lucha por la conquista del aborto legal.



Vamos masivamente al Congreso y a todos los centros emblemáticos del país en la apertura del debate parlamentario porque somos conscientes de que está ley -negada y boicoteada durante más de 10 años por los mismos bloques políticos que hoy la deberán votar- la arrancaremos con nuestra lucha.



Peleamos para que ninguna mujer deba abortar cuando no quiere hacerlo y para que cuando quiera o necesite pueda practicarlo en las condiciones adecuadas.



Luchamos en definitiva contra el Estado abortista y sus gobiernos, en defensa de la vida de las mujeres. 

Martes 10 de abril, ganemos las calles por el derecho al aborto legal. 

Fuera la Iglesia del Estado