Según un estudio realizado por la Universidad de Lanús (UNLa) y el Centro de Estudios e investigaciones laborales (Ceil) del Conicet, solo al 33,1 % de las trabajadoras domesticas les siguen pagando el salario.

 

El estudio fue realizado a un 67% de trabajadoras de la Provincia de Buenos Aires, un 11% de la Ciudad de Buenos Aires y el resto repartido entre distintas ciudades del país. Algunos de los datos más relevantes son los siguientes: del total de las 635 encuestadas el 70 % se encuentra en “negro”, de las cuales 3,5% fueron despedidas, al 20,2% no le pagan y al 13,1% le pagan menos; solo el 55,7% cobró el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y un 15% no sabe cómo tramitarlo.

 

Los datos arrojados confirman lo que ya venimos colocando en Prensa Obrera: son necesarias medidas urgentes para este gremio mayoritariamente femenino, que como sabemos son las mujeres de las barriadas que o bien están a cargo de su familia con ese único ingreso o su salario es parte de un ingreso familiar con otros miembros de la familias precarizados, trabajadores cuentapropistas, parte de esos 12 millones que solicitaron la IFE y aun la mayoría no cobró. La situación de precarización y hambre que están pasando las familias populares, de las que son parte las trabajadoras domesticas, se comprueba en el aumento exponencial de las organizaciones de ollas populares en cada barrio y la denuncia por parte de las organizaciones sociales y docentes ante la insuficiencia de los bolsones de comida y la falta de alimentos frescos.

 

Es urgente la intervención en el gremio de las trabajadoras domesticas, que se asegure un seguro al parado de 30 mil pesos ante la pérdidas de ingreso, como así también la reapertura de la paritaria, que hoy se encuentra en $16.515 de salario mínimo y no debería bajar de los 45 mil pesos que indica la línea de pobreza. El Estado debe intervenir y en los casos que los patrones demuestren que no puede hacerse cargo del total del salario que el Estado complete el salario restante.

 

La desprotección del Estado al gremio más grande de mujeres es la muestra más clara de que a este gobierno poco le importa la situación de las mujeres trabajadoras. Ante una crisis económica que se profundiza con la pandemia, la decisión del gobierno es proteger los intereses de los grandes sectores capitalistas, avanzando en acuerdos de pagos leoninos con los acrededores internacionales, y votando en contra de que se trate el proyecto de ley de impuestos a las grandes fortunas, presentado por el Frente de Izquierda. Impuesto con el cual se podría contar con los fondos para otorgar los 30 mil pesos del seguro al parado.

 

A las arbitrariedades patronales y estatales le podemos hacer frente con la organización colectiva de las trabajadoras domésticas y el conjunto de los sectores populares.