Con un pañuelazo en el parque de la Bandera, el activismo de Rosario continuó la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, en el marco de una jornada marcada por actividades en todo el país.

La Campaña Nacional leyó un documento del espacio, reclamando que el Congreso trate y apruebe el proyecto consensuado este año. El texto argumentó con fuerza las razones profundas que necesitan terminar con la clandestinidad de la práctica y en un señalamiento certero, caracterizó que será con la lucha popular y callejera que arrancaremos este derecho.

Sin delimitaciones de los gobiernos que pactan con las iglesias el cercenamiento de la ESI, el ajuste que agrava las condiciones de sujeción de la mujer trabajadora, la entrega de buena parte de la educación y la salud a los negociados del oscurantismo clerical, tampoco hubo un verdadero espacio para la expresión de las diversas tendencias que componen un movimiento heterogéneo como es el de la mujer. En esta línea, muchas funcionarias de los partidos de Estado ocuparon el restringido escenario.

Nos preparamos para un 8M de lucha, contra el FMI y el pago de la deuda, y por el aborto legal sin pactos con las iglesias. Luchas que reclaman la independencia política de todos los gobiernos.