Mujer

12/9/2002|771

Encuentro de la Mujer

El Encuentro de la Mujer, al que con otra compañera de nuestro merendero pude ir, gracias a su importante colaboración, fue un hecho que es valioso de destacar para muchas trabajadoras y desocupadas que dentro de las organizaciones piqueteras o de Asambleas Populares que se reunieron, alrededor de 7.000, superando la distancia y los problemas económicos.


Nuestra participación como mujeres organizadas en el Polo Obrero (fuimos más de 200) fue para que ese Encuentro fuera también un espacio de debate y organización para terminar con la política de hambre y miseria del gobierno, y no para llevarlo a la tregua con el gobierno, como eran partidarios algunos de los presentes (por ejemplo, la Ccc, el gobierno salteño o la Pastoral Social).


Participé en el Taller de Mujer y Organización Barrial, donde las mujeres venían con distintas experiencias organizativas y pertenecían a distintas provincias. Todas reflejaban la profunda crisis que se vive en Argentina, con su secuela de desocupación, hambre, desnutrición, problemas en salud y educación. En muchos casos quedó claro que las organizaciones barriales cubrían con su trabajo las necesidades más básicas que el gobierno no atiende; por eso la cuestión del poder y de quién gobierna realmente fue un tema en discusión. Se concluyó que este modelo socio-económico no sirve para que los trabajadores cubran ni su necesidades más mínimas: ni trabajo les da. Por eso la consigna (que llevamos) de “Que se vayan todos, no a la trampa electoral y por el llamado a una Asamblea Constituyente para votar una verdadera salida a esta crisis”, fue aceptada por muchas compañeras en varios de los talleres. Otra propuesta, sobre todo de la Ccc, fue, por el camino del Argentinazo, imponer un gobierno de unidad patriótica (por ejemplo, Rodríguez Saá, Rico, Menem, o sea empresarios y trabajadores, etc.)


Otro planteo que llevamos junto con el Mijd (Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados) fue firmar un petitorio y movilizarnos por la libertad de Raúl Castells y todos los presos por luchar, y también por la reincorporación de varios delegados despedidos por luchar. Las compañeras de Salta exigieron la estatización bajo control obrero de la riqueza petrolera.


También se reivindicó a los jóvenes asesinados en diciembre y a los piqueteros muertos en el Puente Pueyrredón (Kosteky y Santillán), comprometiendo la lucha por el esclarecimiento, juicio y castigo.


Para terminar, el domingo participamos de una importante movilización que recorrió el centro de Salta capital, en la cual formamos parte de una nutrida columna piquetera encabezada por la consigna “Que se vayan todos”.


Compañeras/os, esperando que en otro Encuentro nos acompañen con su presencia, gracias nuevamente.