En la localidad bonaerense de San Andrés de Giles, el pasado sábado 8 enero por la mañana, sucedió un brutal femicidio. La víctima, Cintia Romina Cerrudo fue asesinada de 33 puñaladas por su pareja Jorge Luis Goyeneche Giunta, en la puerta de su domicilio y delante de familiares. El femicida, tras intentar suicidarse y escapar del hecho, fue detenido. El suceso generó una enorme conmoción en el distrito y ha repercutido nacionalmente.

Cintia Cerrudo de 32 años y mamá de tres hijos, que se había separado en varias ocasiones de su homicida, sus allegados le recomendaban que se alejara definitivamente y ella les respondía que por lástima volvía con el. Cintia también era militante de la agrupación “Libres del Sur” en su distrito y en cuánta oportunidad se manifestaba públicamente cuando ocurrían femicidios, en solidaridad con las familias y en reclamo de justicia para las víctimas.

El Estado responsable

El crimen de Cintia pone al desnudo el rol de los Estados municipal, provincial y nacional en la cuestión de la violencia de la mujer. Mientras hacen demagogia de género, ajustan el presupuesto, hay escasez de profesionales, falta de refugios y asistencia económica, material y alimentaria para las víctimas o ausencias de protocolos y ni hablar de las denuncias en comisarías o fiscalías, un verdadero martirio para las mujeres. Por eso es clave la organización y movilización para enfrentar estos atropellos, no bien transcurrió el feminicidio de Cintia Cerrudo, hubo dos enormes marchas en San Andrés de Giles y en la ciudad de Chacabuco, donde era oriunda la víctima.

Desde el Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero, acompáñanos y nos solidarizamos exigiendo justicia por Cintia Cerrudo.
Llamamos a lxs vecinxs de San Andrés de Giles a organizarse en las calles para terminar contra la violencia hacia las mujeres.