Mujer

15/10/2015|1385

Firmes por otro Ni Una Menos


Foto: Paula Lagomarsino


 


Miles de compañeras debatiendo en más de 200 talleres en escuelas que se derrumban y sin condiciones para albergar a quienes muy anticipadamente habían mostrado su interés por concurrir a Mar del Plata. Miles durmiendo en lugares sin condiciones gracias a que, desde el intendente K Pulti hasta las autoridades universitarias, restringieron las capacidades que Mar del Plata tenía para ofrecer. Miles recibidas en un acto de apertura que parecía un Cromañón gracias a la brutal adaptación de la Comisión Organizadora a las condiciones impuestas por el intendente.


Miles marchando en Mar del Plata hacia los símbolos del poder político y de la Iglesia. Que fueron “recibidas” por fascistas amparados por la policía de Scioli y de Pulti y reprimidas ferozmente con un montaje armado en común por un seguidor del derechista Arroyo -candidato a intendente de Cambiemos- y las fuerzas represivas de Scioli.


 


Miles debatiendo sobre las elecciones en los talleres, mientras funcionarias kirchneristas sostenían que no había que hacer política en el Encuentro.


La disposición del movimiento de mujeres a volver a las calles, a partir de la conclusión de que el gobierno no quiso dar respuesta a las demandas planteadas por la movilización más grande de la historia argentina por los derechos de las mujeres, fue total a pesar de todo.


 


La funcionalidad de la violencia a la mujer con el régimen social vigente muchas veces no es apreciada. La violencia contra la mujer y los niños es una herramienta de control social para someter al conjunto de la clase obrera y responder a las aspiraciones de una minoría social parasitaria. El Estado que responde a esos intereses minoritarios no puede prescindir de esa valiosa herramienta.


 


Tres cuestiones fundamentales resaltaron en el Encuentro: la disposición de lucha de las mujeres presentes y su reclamo de otro Ni Una Menos fue sin duda la más extendida. También estuvo en el centro la presencia de cientos de víctimas de la impunidad del Estado. Familiares, amigas o vecinas de otras que fueron asesinadas, tratadas, o abatidas por el gatillo fácil, o violadas y asesinadas por los hijos del poder.


 


Finalmente, también se destacó la brutal cobardía de las delegaciones gubernamentales que ni se atrevieron a plantear el voto a su candidato presidencial, Scioli, el hombre del ajuste, el enemigo del aborto legal, el pagador a los fondos buitre, el represor de los trabajadores que luchan, el gobernador de la provincia que acumula, según cálculos no oficiales, casi 100 femicidios al año.


 


En los talleres de educación el activismo docente esgrimió de forma tan contundente sus argumentos contra el sistema educativo kirchnerista y macrista que las delegaciones ligadas a la burocracia sindical se terminaron retirando. No era para menos: las escuelas donde funcionaban eran el símbolo del derrumbe. Le siguieron a ese señalamiento las críticas a la Educación Sexual Integral, el abandono del laicismo en la educación y tantas otras.


 


Las mujeres debatieron contra el trabajo precario, justamente en la Ciudad donde su principal industria, la pesquera, se sostiene en un fraude laboral disfrazado de horizontalismo cooperativista.


 


En los talleres de “Estrategias para el aborto legal” donde se discute cómo concretar la legalización parlamentaria del aborto, las representantes del Plenario de Trabajadoras no tuvieron reparos en decir cuál era el camino: luchar en las calles y votar a la única alternativa política que defiende sin tapujos el aborto legal.


 


El kirchnerismo sólo se atrevió a defender a viva voz su “década ganada” en un esmirriado acto en la Bristol, alejado de las mujeres que poblaron los talleres. Ninguna de las voceras que tomó el micrófono gana menos de 50 mil pesos por mes.


 


La mayoría reclamó la convocatoria a otro “Ni Una Menos” mientras llegaba la noticia del tercer femicidio en la ciudad en cuatro días. Todos los talleres se comprometieron a convocar a una gran movilización el 25 de noviembre, en el día internacional contra todas las formas de violencia contra la mujer. Algunos votaron y salieron a marchar sobre el municipio, algo que el kirchnerismo y sus aliados del Frente Popular trataron de evitar.


A instancias de las abogadas de Apel y de las numerosas víctimas que viajaron junto a la delegación del Plenario de Trabajadoras, se comenzó a armar un encuentro nacional de víctimas de la Impunidad del Estado para marzo próximo.


 


Los representantes del ajuste contra el pueblo trabajador, de la postración frente al clero, no pueden ser los defensores de la agenda de las mujeres ni tienen nada que ofrecer a las mujeres que luchan por sus derechos.


 


Vamos a ir a cada pueblo a defender este programa, a organizar en todos lados la movilización del 25 de noviembre y a construir en todo el país otro “Ni Una Menos”, que, sin atenuantes, identifique a los responsables políticos de la barbarie que se desata contra las mujeres.