La campaña de la diputada Soledad Sosa (FIT-PO), exigiendo la remoción del cargo de presidente y separación del diputado Julián Dindart (UCR) de la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia del Congreso Nacional, ha ganado una importante repercusión en estos días. Los pronunciamientos se multiplican entre diputados, organizaciones de mujeres como la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, personalidades como Elia Espen (Madre de Plaza de Mayo LF) y Stella Maris Manzano, que han sumado su firma al  petitorio. A partir de esta campaña, también el colectivo de periodistas #NiUnaMenos se sumó al reclamo para que Dindart sea desplazado. El Consejo Directivo de la Facultad de Sociales de la UBA votó por unanimidad un repudio que sostiene nuestra denuncia de que esta designación “refuerza una clara orientación para las mujeres y las familias: la subordinación a preceptos religiosos y el disciplinamiento y tutelaje por parte del Estado”.

 

Dindart es hombre de la Iglesia adventista. Cuando era ministro de Salud de la provincia de Corrientes, donde el abuso infantil y el embarazo adolescente crecen sin cesar, rechazó el fallo de la Corte Suprema que avala el aborto no punible para una niña de 11 años violada por su padrastro y afirmó que “las adolescentes se embarazan porque reciben un subsidio económico como premio”.

 

Crisis política

 

La carta que difundimos para presentar al presidente de la Cámara de Diputados ha abierto una crisis entre los propios promotores de Dindart como presidente de la comisión. La única respuesta oficial hasta el momento ha sido la suspensión de la reunión de comisión. La designación de Dindart es parte de los acuerdos políticos de reparto de cargos entre las fuerzas políticas -con excepción del Frente de Izquierda- y por ello fue votado por todos los bloques que integran esta comisión: desde Cambiemos, el FpV, el PJ, el Frente Cívico y el massismo, hasta Libres del Sur. Victoria Donda, por ejemplo, se ha negado a firmar nuestra carta con el argumento de no compartir el método y que esto debe ser “negociado” con las autoridades (Cambiemos), evitando posicionarse públicamente. Tras el impacto de la campaña y el evidente desprestigio de Dindart, procuran conseguir un relevamiento “indoloro”, que saque de la escena a una figura ampliamente repudiada sin cuestionar los motivos políticos de fondo que llevaron a su designación: reforzar un régimen de opresión y bloquear cualquier progreso para las mujeres en materia legislativa, como el derecho al aborto legal seguro y gratuito.

 

Redoblemos la campaña

 

La continuidad de Dindart al frente de la Comisión es incompatible con los derechos de las mujeres y los niños, los más vulnerables en la presente crisis social y económica. La importante adhesión a la campaña en curso, por el contrario, es un fuerte impulso a la lucha que ganó las calles del país entero con la consigna #NiUnaMenos: contra los femicidios, la violencia, el aborto clandestino, el hambre y la carestía. Esta es la agenda que haremos discutir en el Congreso. ¡Fuera Dindart, adelante la lucha de las mujeres!  

 

Firmá el petitorio: 

http://cor.to/dindart