Unas 2000 personas se concentraron hoy frente al Municipio en Luro e Yrigoyen, para reclamar justicia por el crimen de Lucía Pérez, bárbaramente asesinada el pasado sábado 8 de octubre, en la zona de El Alfar-Playa Serena, sobre la zona sur de la costa de la ciudad.

 

Antes, a media mañana, otra numerosa concentración de unos 1000 personas había marchado por la Ruta 11 entre Playa Serena, la zona del destacamento policial y la Sala de Atención Primaria donde llevaron el cuerpo, y el Barrio Alfar, donde fue presuntamente asesinada.

 

Alrededor del mediodía y mientras esperaba una visita de la Comisión Internacional de Derechos Humanos, Guillermo Pérez (papá de Lucía) fue amenazado de muerte en la puerta de su casa por dos tipos en moto con armas en la mano: otro episodio de la mafia delincuencial y estatal que este crimen está dejando al descubierto.

 

Son múltiples las evidencias de que los dos detenidos sospechados del crimen, que fueron quienes prepararon el cuerpo y que lo llevaron a la Sala de Atención y trataron de hacerlo pasar por "una muerte por sobredosis", integrarían una de las tantas bandas locales de narcomenudeo (apañadas, todas, por la policía bonaerense y las otras fuerzas de seguridad y la Justicia). Incluso fueron detenidos el domingo 9, en plena "tarea", con más de medio kilo de droga en el mismo rodado en que trasladaron a Lucía. Además, uno de ellos es un "hijo del poder": proviene de una familia rica de conocidos escribanos.

 

En un distrito que es un tembladeral político y social, donde se ha enviado un enorme refuerzo de fuerzas federales con un ojo puesto en el caldero de la miseria que asola a los trabajadores, rápidamente los padres de Lucía fueron recibidos por los más altos funcionarios nacionales y provinciales, que estaban aquí por el Coloquio de Idea: Garavano, Vidal y por el intendente Carlos Arroyo.

 

También se pudo ver a varios funcionarios actuales en la marcha y a legisladores kirchneristas.

 

Están, todos ellos, curándose en salud: son los responsables de que estas bandas y banditas pululen en los barrios al amparo estatal.

 

La movilización popular debe encarar decididamente un rumbo independiente, si efectivamente queremos avanzar hacia el "ni una menos" y que no tengamos más casos como el de Lucía Pérez.

 

Exigimos que se garantice la seguridad de la familia y amigos de Lucía.

 

Impulsemos el paro del 19/10:

 

Basta de zonas liberadas por la policía y el poder político

Que se investigue el negocio de la droga en Mar del Plata que tiene como mayor víctima a la juventud trabajadora del distrito.

No a la impunidad para los “hijos del poder”.

Ni una menos, el Estado es responsable