Mujer

13/8/2020

Guernica: un nuevo femicidio se suma a la lista

Los casos se repiten en el distrito sin respuestas de los gobiernos.

Ayer por la mañana, el barrio Las Lomas, de la localidad de Guernica, fue noticia por el hallazgo del cuerpo de una mujer dentro de una bolsa de arpillera tirado en un zanjón. Sandra Acosta fue asesinada delante de su hija de tan solo 4 años. Su femicida, pareja de Sandra, alertado por un vecino se dio a la fuga con la hija menor de ambos, dejándola luego en la casa de un familiar. Las cámaras de seguridad de dos casas frente al zanjón muestran cómo, el sábado 8, alrededor de las 2am, se “descartó” del cuerpo.

Este hecho ocurrido en Guernica es moneda corriente en los barrios populares, donde la violencia familiar y hacia las mujeres se acrecentó aún más en la pandemia que atravesamos. Las mujeres son obligadas a pasar el día a día con quienes las violentan y, en muchos casos, llegan a asesinarlas, como es el caso de Sandra.

Al día de hoy se registran más de 150 femicidios a lo largo y ancho del país. Quienes son víctimas de femicidios en la mayoría de los casos tenía denuncias previas y quienes las asesinan son sus parejas o exparejas.

Años sin respuestas concretas

En Guernica, un municipio llevado adelante por Blanca Cantero (Frente de Todos), las políticas públicas para las mujeres que sufren violencia de género no existen.

No contamos con lugares adonde quienes son violentadas puedan dirigirse; hay una sola comisaría de la mujer y que prácticamente no cuenta con personal y el poco personal que hay no está capacitado para recibir denuncias de estas características.

Hace cuatro años, bajo la gestión de Aníbal Regueiro, se cometió el femicidio de Anabelia Echevarrieta, una vecina que venía de trabajar y fue encerrada, violada y asesinada por un vecino de su mismo barrio. Todo esto ocurrió frente a la policía local, quienes escucharon gritos de una mujer pero decidieron mirar para otro lado. Encontraron a Anabelia días después calcinada en un descampado.

Sin ir más lejos, el caso de Diana Colman, también vecina de Guernica, una joven de 25 años al momento de su desaparición, trabajadora y migrante, madre de un niño que quedó al cuidado de su abuela, lleva 5 años desaparecida. Fuimos las organizaciones sociales quienes nos pusimos a la cabeza del reclamo por la aparición con vida de Diana, pero solo recibimos amenazas y hostigamiento.

En el distrito contamos con una sola casa refugio para víctimas de violencia de género. Es llevado adelante por Zulema Álvarez, quien también es miembro de Madres del Dolor.

Esto no quiere decir que se ocupe de los problemas que acarrea el distrito en cuanto a quienes sufren violencia familiar y/o estatal. Las mujeres que allí puedan residir tienen que ser primero aprobadas por Zulema y quien lleve al municipio adelante.

En principio este hogar era independiente, luego pasó a ser sustentado por el Estado y Zulema pasó a trabajar en el municipio. Totalmente cooptada por el poder de turno.

En estos momentos en Guernica hay una toma de tierras y la gran mayoría de las personas que hoy están allí, son madres solteras con varixs hijxs a cargo. Mujeres que llevan adelante su hogar con los pocos ingresos con los que cuentan día a día y que la cuestión del hogar es fundamental a la hora de seguir estando al lado de quienes las violentan.

Las mujeres debemos organizarnos ante esta desidia premeditada y exigirle al Estado (municipal, provincial y nacional) la puesta en pie de casas refugios que estén bajo nuestro propio control, que cuenten con  equipos interdisciplinarios, abogados, trabajadores sociales, psicólogos y plantel estable de trabajadores que den respuesta integral, orientación, capacitación y acompañamiento legal para las víctimas de violencia y a sus hijos/as o personas a cargo; y un soporte económico para los casos que no cuenten con ingresos regulares o estos sean insuficientes.
¡Justicia por Sandra y por todas las víctimas!