Mujer

20/9/2018|1520

Hacia el 33° Encuentro Nacional de Mujeres en Chubut

Actividad frente a la Catedral de Buenos Aires en el marco de la jornada nacional del 18

Desde el grito por Ni una Menos en 2015, pasando por el Paro de Mujeres ante el femicidio de Lucía en Mar del Plata, los dos paros en el día de la Mujer trabajadora, que tuvieron un alcance internacional, hasta las recientes movilizaciones de masas del 13J y el 8A por el aborto legal, las demandas del movimiento de mujeres han marcado a fuego a toda una etapa política. La apertura del debate parlamentario por el aborto es una conquista de esta creciente movilización que tuvo su contracara en la votación vergonzosa en el Senado, donde todos y cada uno de los partidos del Estado demostraron su naturaleza reaccionaria.


Luego de la cruzada en el Senado, la avanzada de evangélicos y católicos para incrementar su poder entrelazado a los resortes del Estado ha sido sistemática. Todos los bloques patronales cerraron filas para que no se agiten más las demandas urticantes para las iglesias, llamadas a cumplir un rol de contención social en medio de un ajuste feroz. Entre el 9 de agosto y hoy se murieron al menos tres mujeres por abortos clandestinos; naufragó la reforma del Código Penal, cuyo sesgo general es totalmente reaccionario. Se iniciaron campañas religiosas contra la educación sexual, y en Buenos Aires avanzaron los sectores clericales echando incluso a trabajadores del programa de educación sexual en la zona norte. La presencia clerical en los hospitales se consolida e incrementa.


Las mujeres luchadoras tenemos que ponernos nuevamente de pie y salir a derrotar esta ofensiva, retomando la iniciativa política. La lucha planteada es por el aborto legal, educación sexual, derrotar el ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI. La senda de pasividad a la que nos llevan quienes proponen “votar bien en 2019”, abona las derrotas de hoy.


Por la educación sexual laica y científica


Las iglesias van contra las propuestas de reforma de la ley de Educación sexual que buscan que su aplicación sea efectiva, y se establezca un contenido universal y obligatorio, científico, laico e integral. No es casual que la ofensiva clerical apunte ahora a los proyectos parlamentarios del PO-FIT, que se sustentan en el llamado a continuar con la movilización popular para arrancar este derecho.


Este empeño arrancó la media sanción en Diputados de Buenos Aires. Este jueves 20 debería ser tratado y aprobado en el Senado, tal como lo viene reclamando la docencia y la juventud estudiantil de la provincia y el país. La clave de estos proyectos es suprimir el artículo 5 de la ley actual, que atribuye a instituciones o personas religiosas la potestad de dictar contenidos a su medida y de acuerdo con sus supersticiones -e intereses.


Desde que fue abierto el debate parlamentario del aborto se produjo un fenómeno político que debe ser registrado: los grandes defensores del andamiaje jurídico heredado de los gobiernos kirchneristas fueron justamente los antiderechos, y asentaron buena parte de su defensa en el artículo 19 del Código Civil y Comercial de 2015 y en el artículo 5° de la ESI, aprobada en 2006. En la pelea por la educación sexual para todos los niveles educativos, desde el año 2006 nuestras corrientes juveniles, la agrupación Tribuna Docente y el PdT han peleado por la modificación de ese artículo reaccionario que borra con el codo contenido de manuales que se elaboraron en el Ministerio de Educación. Estos manuales son letra muerta para las autoridades de establecimientos públicos y privados religiosos, y disciplinados a las autoridades clericales de los ministerios de Educación provinciales, porque la ley misma los habilita a eso.


Vayamos a cada centro de estudiantes, a las puertas de las escuelas, todos los terciarios, a organizarnos para batallar porque se aplique una educación sin injerencia de la Iglesia, y en favor de vínculos libres de sometimiento y miedo.


Volvamos a la movilización por el Aborto Legal Ya!


Cambiemos empodera a la Iglesia evangélica y sostiene a fundaciones al estilo “Albino”, que responden a las oligarquías locales y al Opus Dei. El kirchnerismo desfila por los estrados judiciales apoyado por los militantes sociales del papa Bergoglio, Valdes y Grabois, partidarios también del aborto clandestino, y que salieron a respaldar a Cristina horas después de que la senadora del FpV, Larraburu, diera vuelta su voto en el Senado. El impasse en el que se encuentra por estos momentos el movimiento de mujeres es responsabilidad de estos bloques, que se desentendieron de la lucha por el aborto legal a partir de las especulaciones electorales y políticas que sus “estructuras” les reclamaron. Pero las mujeres siguen movilizadas. El ejemplo de ello es el triunfo de la izquierda en la Facultad de Medicina de la UBA, que desplazó a la Franja Morada con estudiantes de pañuelo verde en mano y protagonizando el retiro de vírgenes que adornaban sus paredes.


Por su parte, la mayoría de las integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto se inscribió en la perspectiva propuesta por los partidos patronales desde el día siguiente a la movilización de masas del 8A- o sea, “votar bien” el año que viene. Frente a la propuesta del Plenario de Trabajadoras sobre cómo continuar la lucha por el aborto legal, optaron directamente por el ninguneo. La propuesta de empeñarnos en una consulta popular vinculante en el marco de la lucha por la Separación de la Iglesia del Estado, sigue siendo la única iniciativa de continuidad de la lucha.


La alternativa de “Aborto Legal 2020” que sectores kirchneristas, radicales y del PRO defendieron en una reunión de Cabildeo (discusión de estrategias parlamentarias) y que el resto de los sectores de la Campaña acompañaron, es sencillamente un “pelota afuera” que las mujeres más pobres, las jóvenes y las trabajadoras en general pagarán con sus cuerpos. Las elecciones 2019 no resolverán la composición clerical del Parlamento, y no faltarán quienes, en nombre de impedir el avance de la derecha, nos extiendan la extorsión de comernos el sapo clerical, de derecha también, claro. La Iglesia a la que se alían esos partidos es la que goza de total impunidad, la que encubre el abuso en sus filas, la que negocia con la pobreza, embolsando millonadas del Presupuesto sobre la base de la tercerización de la asistencia y de las funciones en salud y educación.


Encuentro de Mujeres de Chubut


El Encuentro Nacional de Mujeres se realizará en Trelew. La lejanía y el costo del pasaje limitaron las posibilidades de viajar de miles de nosotras justamente en un año de movilizacion histórica del movimiento de mujeres. Pero además, Trelew no tiene capacidad de albergar ni siquiera a los contingentes que pueden viajar. Están enviando a delegaciones enteras a 60 kilómetros de distancia de los talleres.


¿Acaso no lo sabían? Así como antes manipularon la votación en Chaco para evitar que el ENM se realizara en Capital, la comisión actual hasta rechazó pronunciarse por la defensa del aborto legal, una consigna ratificada en absolutamente todos los encuentros.  


El PCR y el PJ son aliados del clero y actúan al interior del movimiento de mujeres como sus agentes directos. Las mujeres hemos demostrado que tenemos una enorme capacidad de lucha, a ella le temen las y los defensores del régimen y por eso tenemos que superar todos los obstáculos políticos, anteponer nuestro programa y conquistar como método de trabajo asambleas por la lucha por la separación de la Iglesia del Estado y el aborto legal en todo el país. Una deliberación abierta nos permitirá salir adelante en esta pelea estratégica.


Vamos al Encuentro a proponer que se pronuncie contra el ajuste de Macri, los y las gobernadoras y el FMI. A defender la inclusión del programa de las mujeres en este contexto de crisis y grandes luchas. A desnudar el rol de las burocracias sindicales y políticas que detienen la lucha y se disponen a dejar pasar hoy el ajuste en nombre de esperar al año 2019. Vamos a proponer un cronograma de lucha por la separación de la Iglesia del Estado y a insistir en el camino de la organización común de la lucha por una consulta popular que nos lleva a disputar en el terreno concreto el poderío del clero.


Para las mujeres socialistas, la pelea es porque se vaya Macri ahora y el régimen de ajustadores del pueblo sea reemplazado por una


Asamblea Constituyente que resuelva la crisis en favor de los trabajadores y organice al país sobre nuevas bases.


¡Vamos las mujeres en lucha!