Mujer

12/12/2013|1297

Hacia una gran convocatoria para el 8 de marzo

Entre este fin de año y marzo del año próximo, el Plenario de Trabajadoras está preparando asambleas de mujeres trabajadoras y actividades de agitación para poder poner en pie una gran movilización. Tenemos que enfrentar un ataque muy profundo a las condiciones de vida de las mayorías populares y en particular a las mujeres.


El avance de la reforma del Código Civil en los términos exigidos por la Iglesia católica y el ajuste a los trabajadores a través de congelamiento salarial, tarifazos e inflación, nos colocan frente a un gran desafío de organización y de lucha.


La postergación del tratamiento del Código Civil nos abre la posibilidad de llevar adelante una clarificación frente a los trabajadores sobre el carácter derechista de esta ley, que cuenta ya con media sanción del Senado. La lucha contra su aprobación definitiva no sólo debe poner en evidencia los artículos referidos a la directa denegación de derechos a las mujeres, como ocurre con los que pretenden mantener la penalización de la práctica del aborto, la injerencia de la Iglesia en la manipulación de embriones, la fertilización asistida y la investigación científica. También denunciar a aquellos aspectos que consagran las relaciones precarias laborales o eliminan la "responsabilidad solidaria" entre las grandes empresas y sus tercerizadas.


Para llevar adelante esta agitación debemos poner en pie asambleas, plenario y reuniones donde se discuta y se saquen conclusiones sobre las tareas prácticas que tenemos por delante. En una reciente convocatoria en la zona sur de Buenos Aires, recogimos varios aspectos de la pelea cotidiana que encara día a día el movimiento de mujeres: la organización de las mujeres más precarizadas, aquellas que cumplen funciones en el Estado por ingresos por debajo de los bajísimos convenios municipales, la lucha por la conquista de subsidios o de jardines maternales para las miles de docentes que deben acumular interminables horas a cargo de numerosos cursos para conformar un salario que permita sostener a la familia. Ante la extensión de los conflictos obreros, discutimos la necesidad de poner en pie las comisiones de mujeres trabajadoras y esposas de trabajadores por la victoria de las luchas.


El plenario abordó la pelea por el aborto legal desde dos ángulos centrales: la propuesta de una política de conjunto que termine con este sistema que provoca más de 600 mil abortos clandestinos al año, y que ha producido al menos 3.000 muertes de mujeres sólo en la década kirchnerista . La política oficial ha agudizado la problemática del aborto clandestino, ya que la combinación de varios factores produjo en la última década un aumento del 15% del embarazo de niñas desde los diez años hasta adolescentes de 19. Este aumento tiene varias explicaciones: el crecimiento de los ataques sexuales, la profundización de la vulnerabilidad social de la mujer y la persistente negativa del gobierno a aplicar una educación sexual laica, científica y desprovista de mitos religiosos. Por otro lado, discutimos el abordaje de la lucha por el aborto legal en oposición a la política de disciplinamiento social que conlleva la penalización y que pretende hacer de la mujer un sujeto que no debe decidir por sí mismo, sino que debe estar supeditada a las decisiones que el Estado u otros sectores, como los médicos clericales, tomen sobre ella. Desde el Plenario de Trabajadoras comenzamos a organizarnos ya mismo para ser miles el 8 de marzo. Con agitación, charlas y una amplia convocatoria luego del Encuentro Nacional nos ponemos en marcha.