Mujer

6/12/2012|1251

Hermanas Jara, para las mujeres nada

PO Moreno

La violencia contra las mujeres tiene una raíz social de clase y de género. El Estado capitalista crea y recrea una relación social con las mujeres, la que luego se reproduce en el conjunto de la sociedad, al interior de las familias y en todos los sectores. Es un acierto en la lucha contra la violencia hacia las mujeres que se haya elegido una fecha que destaca la violencia institucional contra ellas.


Entre esas mujeres, están las hermanas Jara. Por defenderse legítimamente de un abusador, hace más de un año que permanecen alojadas en la Unidad Nº 8 de los Hornos, La Plata. Allí, esperan el día del juicio, el cual está fijado para el 18 y 19 de marzo de 2013.


Aylén, de 21 años, y su hermana Marina, de 19, sufrían permanentes acosos por parte de Juan Antonio, un vecino de 35 años que se dedica a la venta de drogas en el barrio Sanguinetti de la localidad de Paso del Rey, Partido de Moreno, y relacionado con la comisaría de la zona.


El 19 de febrero de 2011, las jóvenes regresaron de bailar y en el trayecto a la casa fueron interceptadas y apuntadas con un arma de fuego por Antonio. El hombre tomó a Aylén e intentó quitarle la ropa. Marina sacó un cuchillo de su cartera y apuñaló al agresor. Ayudó a su hermana a levantarse y salieron corriendo.


El abusador, quien acababa de recuperar su libertad tras cumplir una condena por robo, fue trasladado al hospital y pronto recibió el alta. Sigue viviendo en el barrio y no está procesado.


Marina entregó a la policía el cuchillo que había utilizado en defensa de su hermana. Confiaba que el abusador sería detenido y juzgado por intento de violación y amenazas con arma de fuego. En la comisaría, relató los hechos. La escribiente caratuló el expediente como "lesiones graves", pero el comisario la corrigió: "¿Qué lesiones graves? A estas meteles tentativa de homicidio". Con esa acusación, intervino el juez Tomás Barski, quien dictó la prisión preventiva para ambas.


Lo ocurrido con las hermanas Jara da muestras de la falta de garantías de parte del Estado y de la Justicia respecto de la integridad de la mujer trabajadora.


Marina y Aylén quedaron apresadas por el maldito sistema que las imputa con la figura de tentativa de homicidio. La justicia les ofrece un juicio abreviado, siempre que las jóvenes asuman la culpabilidad.


El agresor se pasea por Moreno, realizando sus negocios y gozando de impunidad. La defensora -que nunca las defendió- es la doctora María Celina Bereterbide. El juez es el doctor Tomás Barski, del Juzgado en lo Criminal Nº 2 de Mercedes, cuyo secretario es Martín Zunino.


No hay vuelta que darle: la oprensión de género es un pilar del capitalismo, que bajo la crisis propia del sistema asume las formas más bárbaras. Existen cientos de casos aún impunes. Debemos movilizarnos por nuestros derechos de manera independiente a las variantes patronales. Una organización revolucionaria de las explotadas, que luche por una sociedad sin opresores, es el camino para frenarlos. Hoy nos toca la tarea de continuar con esta lucha.


En virtud del principio de presunción de inocencia y teniendo como base que han hecho uso de su legítima defensa en un hecho de violencia de género, se ha iniciado una campaña por la libertad de las hermanas. Sin presión política y social es imposible conseguir la libertad de las compañeras. Depende de todas y todos nosotros.


Comisión por la Libertad de Ailén y Marina ([email protected])


Desde el Partido Obrero, llamamos a solidarizarse con la causa de las hermanas Jara.