Jorge Macri volvió a plantear “la posibilidad de que las mujeres amenazadas y judicializadas (sic) accedan a Taser”. Su carta, en la que hace este planteo, es una forma de autoinculparse, ya que enumera “errores” del Estado que lo tienen como responsable, en su condición de integrante del aparato de ese Estado desde hace años y desde diferentes ubicaciones. “Es obligación del Estado garantizar la seguridad” le cuestionan con justeza, ante lo cual él responde: “Si lo es, pero en estos casos la seguridad se puede intensificar, no se puede garantizar”. Por supuesto afirma esto y ni siquiera atina a explicar por qué no puede dar garantías de seguridad. Porque no se lo proponen, claramente. En su propuesta no existe la dimensión de que el Estado, todos sus poderes, deban hacer bien lo que hacen mal. Se salta esa parte para pasar directamente a abrir la posibilidad de armar a la población.

Jorge Macri se refiere a habilitar el uso de un arma considerada como “instrumento de tortura” por el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura. Quienes dicen reposar en el respeto a las leyes y que gustan integrar el concierto de organismos internacionales dirigidos por los países imperialistas eligen mirar para otro lado y soslayar esta clasificación de la ONU.

Con esta propuesta promueve la portación de armas entre civiles, en línea con los reiterados dichos de varios dirigentes del momento como Bullrich o Sergio Berni. Hoy deben armarse las mujeres y mañana plantearán que deba armarse el resto de la población, ya que los personeros del Estado incrementan el delito y la portación de armas simultáneamente. Hoy ya lo dice Milei. Lo de Macri es una aproximación.

La propuesta reaccionaria a su vez es mucho humo, ya que aunque no lo explicita debería referirse a aquellas causas que cuentan con sentencias firmes condenatorias contra hombres ejecutores de violencia de género, ya que sería otro tema para explicar que pretendiera armar a mujeres instándolas a que actúen con un arma “de tortura” contra personas denunciadas sin que hubieran sido investigadas.

El universo de mujeres plausibles de “defenderse con Taser” serían las que denunciaron y que tienen sentencia. Una minoría absoluta de aquellas que sufren violencia y mueren por ello. Si tomamos los datos sobre cuántas de la asesinadas habían denunciado (25% aproximadamente de un promedio de 280 asesinadas anualmente) y cuántas de esas habían obtenido una sentencia firme contra su violento(?), ya directamente la cifra se vuelve más que ínfima. Según los datos del Centro de Información Judicial y los de los observatorios de femicidios y travesticidios que existen, la población a la que se dirige Jorge Macri como portante de Taser resulta una población reducida en número y que en la mayoría de los casos no fue víctima de femicidio en el pasado. Mucho humo para ideologizar a la población en la idea del armamento personal como salida a la inseguridad.

Pero antes de promover el uso de armas el “republicano” debería exigir al poder judicial que ellos mismos votan en las legislaturas, mayoritariamente por unanimidad entre peronistas radicales y macristas, celeridad y uso de recursos eficientes para impedir contactos o seguir y tratar a hombres que lo necesitan o llevar adelante las acciones necesarias para abordar el tema. No lo hace. Todo esto requiere un presupuesto que el poder judicial tiene pero que se va en abultados salarios de jueces y fiscales, tema que por supuesto, no nombra.

Lousteau plantea que, a tono con su amigo Gerardo Morales, buscará prohibir la protesta social, su contrincante en la interna redobla apuestas y pide taser para algunas mujeres que sufren violencia de género. Santoro defiende sin sonrojarse el uso de Taser, porque dice que así conquista a algunos derechistas. Todos intentan quitar a Milei votos volviéndose ellos un poco más mileistas. No son solo un fracaso, son también un peligro muy grande.

Este ascenso derechista hay que combatirlo dándole fuerza a la izquierda. Esta propuesta debe ser repudiada y enfrentada con decisión desde el movimiento de mujeres y desde los organismos de derechos humanos. También la denunciamos por desviar un debate serio que exige un cambio de rumbo inmediato para que disminuyan los femicidios.

https://prensaobrera.com/mujer/la-desaparicion-que-conmueve-a-chaco

Vanina Biasi: “Jorge Macri pide un “debate serio” cuando está burlándose de las mujeres con su propuesta de que usemos las Taser”