Elva García era una trabajadora oriunda de Salta que fue asesinada el 3 de agosto de 2016 en Caleta Olivia, localidad a la que había arribado para visitar a sus hijos. A un año del crimen no hay detenidos ni imputados. La causa está cuestionada por la familia, que acusa a la policía por no levantar pruebas que luego ellos encontraron en la casa y, además, los denunciaron por faltante de dinero ($40.000), que desapareció de la escena del crimen durante la inspección ocular.

 

“Es lo que ustedes dicen, se enfrentan a todo el Estado porque los tres poderes somos uno solo”, planteó el secretario del juez cuando atendieron a la delegación del Plenario de Trabajadoras (PDT) en el marco del acto realizado afuera del juzgado de instrucción N° 1, que contó con la participación de Gabriela Ance, referente provincial del PDT y candidata a diputada nacional por el PO/ FIT, y Judith Chocobar, hermana de Marcela, víctima de un crimen de odio en Río Gallegos.

 

Elva tuvo que padecer la precarización laboral y los maltratos de empresarios gastronómicos de Salta, aliados a los Urtubey, que después de trabajar 10 años en negro la quisieron indemnizar con $1000, continuando las hijas con el juicio laboral. Después, cuando es asesinada no se investiga para dar con el o los responsables.

 

Este es solo un ejemplo de la violencia que ejerce y se habilita desde el Estado y que allana el terreno a violadores, golpeadores, tratantes y femicidas, a los cuales termina amparando.

 

Por la organización de las mujeres trabajadoras

 

Mientras a la mañana nos manifestábamos afuera del juzgado y logramos reunirnos con el juez y sus colaboradores, en la tarde en la sede de Adosac realizamos una charla con Judith, quien trajo el reclamo de justicia por Marcela Chocobar, a la par del apoyo al proyecto del PO de inclusión laboral trans, criticando las políticas que fomentan la discriminación y expulsión del colectivo del acceso al trabajo genuino y al desarrollo personal, como así también la ligazón de los acusados de matar y descuartizar a Marcela con el poder político y económico provincial.

 

También se acercó a la charla la hermana de Adriana Vera, que fue asesinada en La Plata por su ex pareja, quien habría intentado hacerlo pasar por suicidio.

 

Las dos, que desde su circunstancia terrible salieron a reclamar justicia, recalcaron la importancia de la organización de las mujeres.

 

Hemos resuelto continuar reclamando justicia por Elva, Marcela y Adriana y los cientos de crímenes impunes en todo el país. A su vez, participaremos mediante una delegación provincial en el próximo Encuentro Nacional de Mujeres.

 

Llamamos a redoblar la organización y la lucha de las mujeres con independencia del Estado, por todos nuestros derechos y por nuestra integridad física.

 

Proponemos la conformación de un Consejo Nacional de Mujeres independiente electo a partir de los 13 años por voto directo de las mujeres y con cargos revocables.