La semana pasada, Rosmary Paxy Ledesma, delegada del Polo Obrero, de nacionalidad boliviana, fue víctima de una atrocidad: su niña, de 1 año y 8 meses, fue violada por Carlos Góngora, de 30 años. Al escribir esta nota, la bronca me sube a la sangre y el llanto se hace incontrolable. Automáticamente, las compañeras de Rosmary convocamos a todos los vecinos a una asamblea en su casa. Asistieron 70 personas. Cuando los punteros del PJ quisieron maniobrar plantearon que había que juntar firmas, una compañera del Polo retrucó que eso no llevaba a nada y propuso una movilización hacia la comisaría del Barrio (Los Hornos), donde se encontraba detenido el violador. Todos estuvieron de acuerdo. Casi 100 vecinos se reunieron a la hora programada, con las gorras del Polo y pancartas; pidiendo perpetua al violador marchamos atrás de Rosmary y su compañero. En la 3ª (Comisaría de Los Hornos) el comisario atendió a una delegación y explicó que los violadores son trasladados a una comisaría sólo para este tipo de gente. Ello forma parte del amparo policial que reciben los abusadores, pues de otra manera el resto de los presos los castigan duramente, es un hecho tan repudiable y abominable que nadie puede aceptar. Luego fuimos a la casa del delegado municipal para que tome en sus manos el problema y asista a los niños de Rosmary (también tiene un nene de 4 años, que se encontraba en la casa cuando ocurrió el hecho) con psicólogos gratuitos, asistencia social y cobertura médica. El Sr. Ferreyra (delegado municipal) accedió a todos nuestros reclamos. Pero Rosmary no cuenta con una abogado propio. Este es un punto importante, pues el pedofílico ya cuenta con asesores legales y comenzó la maniobra por colocar a la mujer como victimaria, acusando a la compañera de ser responsable de lo sucedido. Debemos impedir con la lucha las intenciones de este régimen acusándonos siempre de “provocar” a estos engendros de la descomposición capitalista. La movilización actuó como “disparador” de problemas: algunas vecinas plantean la necesidad de montar en el barrio una organización de autodefensa contra las intenciones punteriles de aprovechar la revuelta para pedir más patrulleros en el barrio. Se hace vital, entonces exigir: alumbrado público, teléfonos públicos, jardín maternal (guarderías para niños menores de tres años), autodefensa de los vecinos, defensa del barrio con organización de los vecinos, desmantelamiento de la bonaerense, elección democrática de los jueces. No al amparo judicial y policial a los violadores. Perpetua para ellos.