Mujer

13/11/2017

Justicia por Ailín Torres, víctima de un femicidio en Tandil

Este 25 de noviembre llamamos a movilizarnos por este reclamo y todos los de la mujer trabajadora.


El femicidio de Ailín Torres de 26 años, ocurrido este fin de semana en Tandil, es una muestra más de la barbarie cotidiana a la que las mujeres somos sometidas en este régimen.


 


Luego de una relación de casi 10 años, Ailín había terminado con su pareja Damián Gómez hacía unos meses, y había comenzado una nueva relación. Gómez hostigaba y perseguía constantemente a Ailín, incluso había roto un vidrio de su departamento. El sábado 11 de noviembre, el hombre pasó más de 4 horas esperándola encerrado en el baño del mismo, y cuando Ailín retornó la atacó y la asesinó de varias puñaladas.


 


El caso conmociona a toda la ciudad bonaerense, y ya hay convocatorias para organizar el pedido de justicia por Ailín.


 


Un cuadro generalizado


 


En Tandil ya han ocurrido varios casos de violencia contra mujeres y niñas. El último y más resonante fue el de la menor de 13 años que sufrió una violación grupal en una fiesta en una quinta, donde habrían estado involucrados varios personajes “importantes” de la ciudad –incluso hijos de funcionarios públicos. La joven fue sacada de la fiesta semidesnuda en plena ruta y atropellada por una camioneta, de la que nadie supo más nada. El operativo de encubrimiento e impunidad aún sigue dando sus frutos, ya que a más de un año del hecho no hay imputados ni detenidos por el terrible caso.


 


A su turno, son miles las mujeres que cotidianamente denuncian violencia psicológica y física contra ellas (y sus hijos en muchos casos), esperando recibir ayuda del Estado. Pero en las comisarías no suelen tomar las denuncias y, cuando lo hacen, el despliegue de recursos que la Justicia suele hacer no pasa de una perimetral, cuya garantía de que se cumpla depende de la insistencia de la mujer en ir a reclamar a las fiscalías, en un peregrinaje eterno. No hay dispositivos de asistencia psicológica ni legal al que puedan acceder las mujeres sin recursos y la mayoría de ellas sigue conviviendo con el violento, ya que dependen de él económicamente.  El abandono de la mujer víctima de violencia es total y consciente.


 


Las respuestas de Macri y Vidal: más ajuste


 


Miles de mujeres movilizadas desde hace varios años en las calles hemos obligado al gobierno a pronunciarse sobre el tema. El curso de esas “respuestas” muestran que  no se puede confiar en estos gobiernos, su policía y su justicia para proteger a las mujeres víctimas de violencia.


 


El plan de “erradicación de la violencia hacia la mujer”  que Macri y Vidal anunciaron en reiteradas oportunidades contemplaba la construcción de refugios en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, con asistencia y ayuda para las mujeres y sus hijos. El principal funcionaría en La Plata y se construirían uno en Morón, otro en Quilmes y cuatro más en el interior de la provincia. Sin embargo, hasta ahora lo único que funciona es un albergue para 6 (sí, seis) mujeres y sus familias en la capital de la provincia, sobre el cual se retacea información oficial, pero han surgido varias denuncias de mujeres que estuvieron allí de malas condiciones.


 


Mientras tanto el gobierno ha desmantelado varios programas de asistencia a las mujeres y la línea 144.


 


La respuesta verdadera sigue siendo la lucha y la organización


 


Las mujeres que hace años venimos movilizándonos masivamente en las calles hemos demostrado enormes reservas de lucha: los 3J, el 19 de octubre del año pasado o el paro internacional de este 2017 son solo algunos ejemplos. Este 25 de noviembre –Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer– tenemos una nueva oportunidad para expresarnos contra el régimen que nos somete a situaciones de violencia de todo tipo.


 


Llamamos a movilizarnos exigiendo justicia por Ailín y por todas las victimas de femicidios, contra la violencia psicológica, física y sexual que sufrimos cotidianamente las mujeres a manos de violentos que son amparados por el Estado.


 


Reclamamos  un verdadero presupuesto para asistencia, refugios y subsidios, pero también el derecho al trabajo genuino, el fin de la precarización laboral, un salario mínimo igual a la canasta familiar,  la aplicación de las licencias por violencia de género y por maternidad/paternidad. Llamamos también a rechazar los despidos. En suma: desde el Plenario de Trabajadoras llamamos a convertir la marcha del próximo 25 de noviembre en un  gran pronunciamiento de las mujeres obreras contra las reformas de Macri y sus aliados.