Daniela Radke fue encontrada sin vida el viernes 5 de mayo en Barrio Unido, a 700 metros de la Ruta Nacional 13. Fue el tercer femicidio del año en la provincia de Misiones. Este miércoles 10 de mayo, en San Vicente, se realizó una marcha para pedir justicia y cadena perpetua para Calixto Alan (30), el único detenido hasta el momento.

Daniela era una joven madre que vivía con sus padres en una zona aledaña de la ciudad. El día de su desaparición había ido a cenar a la casa de su amigo. Más tarde se comunicó con sus padres para notificarles que estaba bien y que volvería a su casa, lo que nunca sucedió.

En la mañana del pasado lunes, la Dirección de Homicidios y la División de Investigaciones y Drogas Peligrosas se presentó en el domicilio donde Daniela estuvo por última vez. Las cámaras de seguridad de los comercios vecinos registraron el ingreso de la víctima al domicilio y muestran cómo un hombre sale de este con el cuerpo y lo sube a la parte trasera de una moto, para dirigirse al barrio en el que finalmente Daniela fue encontrada sin vida.

La autopsia determinó que Daniela fue asfixiada por estrangulamiento y aún no se descarta que haya sufrido abuso sexual.

La movilización

En la movilización, que se abrió paso por las calles de San Vicente, estuvieron presentes familiares, amigos y organizaciones de mujeres en lucha. El grito de justicia fue acompañado también por los familiares de Fiorella Aghem, joven asesinada en 2019. También se hizo presente el pedido de aparición con vida de Candela de Melo (15), cuyo paradero no se conoce hace cinco años.

Las voces de las sanvicentinas y mujeres de toda la provincia se alzaron una vez más contra estos actos violentos, que siguen reproduciéndose, y contra un Estado que no toma ninguna medida frente al flagelo de la violencia de género.

Los reclamos concretos contra la violencia no tienen relevancia para el gobierno renovador. En la provincia solo existen dos centros de asistencia a la mujer (casas refugio), que son manejados por la Iglesia y la policía local. Las secretarías de las mujeres, manejadas por los municipios, son cascarones vacíos. Solo existe un presupuesto para mantener los puestos privilegiados de sus funcionarias, que no atacan el problema, el cual se acentúa en los barrios populares. Los paliativos nacionales siguen siendo el botón antipánico y el programa social Acompañar (que dura seis meses), los cuales no sirven para que las mujeres se emancipen del violento.

Desde el Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero llamamos a seguir organizando la lucha para pedir justicia por Daniela Radke, por un Consejo Autónomo de Mujeres y Disidencias, por la creación de centros de atención para la víctimas de violencia y la triplicación de sus presupuestos.

https://prensaobrera.com/politicas/desencantos-e-ilusiones

https://prensaobrera.com/politicas/massa-y-raverta-siguen-anunciando-bonos-para-encubrir-el-robo-a-los-jubilados

https://prensaobrera.com/politicas/provincias-feudales-son-los-capitalistas-los-que-sostienen-a-los-gobernadores-y-sus-regimenes-fraudulentos