Mujer

23/7/2021

La apremiante situación de las mujeres trabajadoras en la Ciudad de Buenos Aires

Los datos hablan por si solos: 6 de cada 10 descocupades son mujeres y 20% de las jóvenes está excluida de las esferas laborales y educativas.

La publicación reciente de un informe de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires [1] da cuenta de la vulnerable situación de las mujeres trabajadoras en el distrito más rico del país. Lejos de la versión Larreta de una ciudad que crece y te cuida, las crisis y el ajuste se descarga sobre les trabajadores y particularmente sobre las mujeres. Los datos corresponden al primer trimestre del 2021 y reflejan la expulsión de la fuerza de trabajo femenina, una feminización creciente del desempleo, peores condiciones laborales entre las ocupadas y la exclusión gradual de las jóvenes de las esferas laborales y educativas.

Según el informe, la “salida de las mujeres del mercado laboral” dio un salto en el 2020 porque muchas no retomaron la búsqueda de empleo para atender al trabajo reproductivo no remunerado “en un contexto de mayores demandas al interior de sus hogares”. Es un fenómeno extendido donde la desigualdad de acceso al mercado de trabajo entre varones y mujeres parte de una desigual distribución de las tareas que en este régimen social se asignan según el género. Las mujeres trabajadoras realizan esta doble jornada, una remunerada y otra no remunerada y ante situaciones críticas son recluidas al interior de los hogares para garantizar tareas de reproducción social. Lo que el informe no dice es que esta “salida” se realiza resignando un trabajo remunerado que, en términos salariales, implica un ingreso menor respecto al empleo masculino por la brecha salarial por género.

También para las mujeres que son parte de la población económicamente activa la situación es preocupante. Entre enero y marzo del 2021 la tasa de desocupación alcanzó un 10% en CABA, manteniéndose con respecto al último trimestre, y representando en esta condición a 165.500 personas. Si analizamos la composición por género, 6 de cada 10 personas económicamente activas sin ocupación son mujeres (59,7% mujeres vs 40,3 varones). Aunque la de género no es la única desigualdad en la Ciudad: en la zona sur la tasa de desocupación asciende al 15%, lo que contrasta con la zona Norte, donde es de 6,3%. Entre les desocupades el 30% lleva más de un año buscando empleo y el 87% tiene experiencia laboral. Se trata de un ejercito de reserva enorme donde el peso de las mujeres es mayor, aun habiendo una porción de ellas que dejó de buscar empleo y fue expulsada del mercado laboral.

La situación de las trabajadoras de casas particulares en la Ciudad

Entre los datos de trabajadores ocupades se destaca una de las situaciones que aporta al aumento la desocupación femenina: la población que trabaja en servicio doméstico muestra una variación negativa de 8,7% en el primer trimestre del año. No es un sector más sino que “unas 62.500 personas se encuentran dentro de este conjunto laboral, representando el 4,2% de la población ocupada y el 5,7% de la población asalariada, con una feminización prácticamente total”. Ya antes de la pandemia dos tercios de las trabajadoras de casas particulares en la Ciudad se encontraban en condición de precariedad (su empleador no le efectuaba descuentos jubilatorios). Y en la actualidad a 6 de cada 10 su puesto de trabajo no le otorga derechos laborales. Para ellas la situación es aún peor: la merma en el grupo al que no le descuentan ni aportan para la seguridad social alcanza 18,7% (vs el -8,7% ya mencionado).

La organización creciente de Trabajadoras de Casas Particulares es el reflejo de esta situación y se desarrolla ante la inacción de los sindicatos existentes y la complicidad de los Ministerio de Trabajo de Ciudad y Nación. El plateo de poner en pie un sindicato propio, por el 100% de aumento salarial, el seguro al desempleo y la reincorporación de las despedidas es una necesidad inmediata para decenas de miles de trabajadoras en la Ciudad.

Para las mas jóvenes, ni trabajo ni educación

En CABA si sos mujer y joven la situación es más compleja. El 16,1% de les jóvenes porteños no trabaja ni estudia y las mujeres son las más afectadas por este fenómeno: casi 20 de cada 100 se encuentran en situación de exclusión de las esferas laborales y educacionales. Ser Ni-Ni no es una libre elección, es el destino de las hijas de las familias trabajadoras en un país que prioriza el pago de la deuda al presupuesto educativo y de salud y una Ciudad que no otorgó ni Wifi ni computadoras para garantizar la continuidad de la educación en el momento más agudo de la pandemia. Esto avizora un futuro de precarización y desocupación para nuevas camadas de mujeres trabajadoras, pero también refleja una política de Estado respecto al empleo femenino que no puede ocultarse con slogans de campaña ni etiquetas de género en los presupuestos.

El gobierno de la Ciudad precariza a sus trabajadoras -como bien denuncian las trabajadoras de la Dirección General de la Mujer- y da a las patronales las garantías para continuar este camino de desocupación y pauperización para las mayorías trabajadoras. Lo hace a la vista de las burocracias sindicales que en muchos casos hacen fila, ansiosas para integrar listas del Frente de Todos en el próximo proceso electoral. No llama la atención el silencio del Frente de Todos en CABA ante estos duros datos sobre las mujeres trabajadoras, porque reflejan una realidad nacional que los hace responsables de la pobreza, desocupación y la discriminación y violencia contra las mujeres trabajadoras.

[1] Caracterización de la PEA. Ciudad de Buenos Aires. 1er. trimestre de 2021 (https://www.estadisticaciudad.gob.ar/eyc/wp-content/uploads/2021/07/ir_2021_1571.pdf)