A la luz del fraude perpetrado durante la elección de la próxima sede en el bochornoso acto de clausura del último Encuentro, cuando el PCR, Patria Grande y Libres del Sur violentaron la voluntad mayoritaria de la mujeres en favor de que el XXXII Encuentro sea en Capital Federal, se ha conformado un espacio que delibera respecto de esta crisis abierta.

 

Mientras tanto, en Chaco, las responsables de la maniobra rupturista apuraron la convocatoria a conformar la “Comisión Organizadora” con una invitación cerrada. Participaron el PCR, la JP Descamisados (Agrupación de Corrientes) el Movimiento Evita e integrantes de la agrupación Ni una Menos, entre ellas, Magdalena Corbalán, funcionaria del gobierno provincial.

 

El gobernador del Frente para la Victoria, Domingo Peppo, saludó la reunión y el ex gobernador y ex jefe de gabinete de CKF, Jorge Capitanich, ofreció sus gestiones para albergar el Encuentro.

 

 

Es claro que en el Chaco se está gestando el “Encuentro de San Cayetano” cuya base son los movimientos sociales y los partidos que han decidido formar parte de la concertación social que promueve el Papa para garantizarle la gobernabilidad a Macri.

 

El dispositivo burocrático que dispuso la Comisión Organizadora con vallas, seguridad privada y matonas, para que no pudieran acceder al escenario las organizaciones que queríamos argumentar porqué la próxima sede debe ser Capital Federal, formó parte de un operativo que se urdió a espaldas del movimiento de mujeres y que está al servicio de un acuerdo político antagónico a sus verdaderos intereses.

 

Dos perspectivas

 

El ascenso del movimiento de mujeres que se palpita en nuestro país se expresó en la masividad e impronta combativa del XXXI ENM. La convocatoria desbordó a la Comisión Organizadora, que no pudo encauzar por los canales tradicionales una marea humana en estado de rebelión contra un régimen social que se cobra la vida de una mujer cada 30 horas, sólo en Argentina.

 

Esto se expresó en los innumerables talleres que resolvieron medidas de lucha frente a las temáticas abordadas, incluida la elección de la Capital como próxima sede. También se vivió en la feroz represión de la marcha del domingo, que ejecutó el socialismo sojero por cuenta y orden del arzobispado de Rosario, y que la CO facilitó, dividiendo la movilización para que no pase por la puerta de la Catedral; esto, dos semanas antes de que el arzobispado santafesino fuera condenado por un caso de abuso sexual en un fallo que no tiene antecedente en la historia de nuestro país.

 

Ganemos Capital Federal, contra el ajuste y por aborto legal

 

Desde el Plenario de Trabajadoras sostenemos que el próximo Encuentro tiene que ser en la Capital porque defendemos, en primer lugar, que se respete la decisión de la mayoría de mujeres. En la reunión de la mesa de organizaciones en la que se repudió el accionar de la CO durante el cierre, este punto fue abordado por algunas corrientes de manera inconsecuente (CR-Insurrectas, MAS). Mientras que partían de caracterizar lo sucedido como un escándalo y acordaban con que la sede ganadora fue la Capital, rechazaron organizar el Encuentro en Capital en nombre de la unidad, cuando en el Chaco un grupo de usurpadoras se reunía con la venia del gobierno, en la provincia con la mayor tasa de niños desnutridos del país.

 

No podemos permitir que se neutralice un proceso ascendente de un movimiento de mujeres que está protagonizando las grandes luchas populares del último tiempo. Tenemos que apuntar a que las mismas tengan su coronación con 500.000 personas en Plaza de Mayo, movilizados por Ni una Menos, la exigencia de la absolución de Belén, por educación sexual y aborto legal. Es una estrategia para proyectar de forma unificada, a nivel nacional, la potencia de una rebelión popular.

 

A propuesta del Plenario de Trabajadoras la mesa resolvió sacar una declaración que esclarezca los verdaderos resultados de la elección y repudie la maniobra burocrática de quienes pretenden arrogarse la representación de un movimiento que se expresó de manera contundente en el XXXI Encuentro Nacional de Mujeres. Se trata de establecer un curso de acción y una campaña unitaria para concretar la movilización de centenares de miles de mujeres a Capital Federal en el 2017.