PO: ¿Con qué perspectivas fuiste al Encuentro de la Mujer?

E: Con la expectativa de encontrar un lugar de participación concreto. Se planteaba la contradicción entre género y clase, que se resuelve en la lucha política que engloba al género, es decir, a los problemas reivindicativos específicos de la mujer. Las mujeres somos dominadas, pero también el hombre. El sistema nos oprime a las mujeres y a los trabajadores y sectores populares en general. Tenía la expectativa de qué direccionalidad podía darle el Encuentro a esta problemática general.

PO: ¿En qué comisión participaste?

E: En “Mujer y Medios de Comunicación”. Se habló de la globalización de los medios, pero que esto no implica libertad de prensa, sino monopolización de los mismos y digitación de la información. Hay censura y autocensura. Los trabajadores de prensa son amenazados de afuera y también desde adentro de las empresas, con amenazas implícitas y explícitas de despidos. A través de los medios se muestra una cultura ‘light’. La violencia es el mensaje por excelencia y la mujer está “cosificada”, es una consumidora de ropa, recetas de cocina, frases hechas y problemáticas ajenas a su condición social. Le prestan ilusiones y fantasías irrealizables en su vida cotidiana.

Se repudió la manipulación informativa y  se destacó la necesidad de que en los medios alternativos los trabajadores deben asociarse al Sindicato con los trabajadores de los grandes medios. Se planteó la necesidad de crear medios alternativos, desde periódicos barriales y organizaciones que generen otro tipo de información, donde no salga sólo lo que ellos quieren. Que sería importante tener una radio abierta en los Encuentros de la Mujer, y redes de comunicación todo el año. También se denunció la poca difusión del Encuentro.

En mi Comisión, medios alternativos denunciaron que se les pusieron trabas para entrar y cubrir la información. Un medio jujeño denunció que por primera vez desde que cubren los Encuentros se les impidió filmar, y que esto fue superado por el apoyo de las participantes.

PO: ¿Qué conclusiones?

E: No se propuso plan de acción, ni propuestas concretas de lucha. Para mí fue un abordaje, una aproximación apenas, a los problemas. No pasa de “un encuentro entre la esperanza y el desencanto”, que para la urgencia de lo que está pasando es insuficiente. Las mujeres populares que no estamos organizadas, no tenemos un ejercicio, una práctica, para saber cómo manejarnos. Por ejemplo, ¿qué nos aportan las viejas participantes de estos 11 años anteriores? No había propuestas. No las que estos tiempos requieren. No se llevaron conclusiones a las provincias. Y, sin embargo, aunque tengo una sensación de vacío, yo quiero rescatarlo, porque el enorme esfuerzo de movilización y participación de todas estas mujeres demuestra una necesidad que merece concretarse y continuarse para desarrollar el debate y llevar las conclusiones a la práctica.