Mujer

6/8/1998|595

La ley de cuota alimentaria no es solución

En el Senado se están analizando dos proyectos de ley para crear un registro nacional de los padres que adeudan la cuota alimentaria de sus hijos, contra los cuales se prevé el inicio de sanciones civiles. Entre las sanciones figuran no poder renovar la licencia de conductor o realizar trámites notariales, e incluso impedir su salida del país.


La presidenta de la Comisión de la Mujer de la Asociación de Abogados de Buenos Aires, Dra. González, dice ser “escéptica sobre la intención de los legisladores de los distintos partidos de aprobar una ley que tenga que ver con los derechos de la mujer”.


En nuestro país (según la misma fuente), el 70% de los padres divorciados no paga la cuota alimentaria que se fija en aproximadamente el 40% de sus ingresos. En el 90% de las separaciones conyugales, los hijos quedan con la madre. Según el último censo nacional, el 14% de las familias argentinas son monoparentales, es decir, que dos millones de chicos viven con un solo progenitor, la mayoría de las veces con la madre. Sólo el 50% de las mujeres que inician acciones legales por la cuota alimentaria consigue cobrarla, esto luego de varios meses de espera, y muchas veces para concluir recibiendo un monto ‘simbólico’.


En países como Francia, Inglaterra o Estados Unidos, el Estado paga a la mujer la cuota adeudada por su ex marido y se encarga de perseguir al moroso.


¿Basta con una Ley?


Los legisladores, los especialistas legales y muchas mujeres afectadas consideren un paso importante la sanción de estas leyes, a pesar de que es claro que sólo pueden ser efectivas con aquellos padres, que teniendo ingresos suficientes o altos no pagan la cuota alimentaria de sus hijos, lo hacen por debajo de sus posibilidades o usan este recurso para manipular la vida de su ex esposa.


Por otro lado, los que violan las leyes con impunidad son estos mismos que “tienen poder y dinero suficientes”. En nuestro país se viola la Ley 24632 “contra toda discriminación a la mujer”, pero las mujeres ganamos un salario 30% menor que los hombres por igual tarea, o somos dejadas sin empleo por estar embarazadas. Se violan los tratados internacionales incorporados a la Constitución, como la Convención sobre los Derechos del Niño y mueren el 24 por mil de los niños nacidos en Argentina (Clarín, 26/9/97) por nacer bajo el límite de la pobreza.


Es cierto, sin embargo, que la obligación de hacerse cargo de los hijos es una responsabilidad que va más allá de la situación económica y que corresponde a ambos padres, no sólo a la mujer; muchos padres parecen divorciarse no sólo de su pareja sino también de sus hijos.


Pero aún cuando hubiera conseguido el aporte de su ex marido, ¿cómo hace una mujer con tres o cuatro hijos, si la cuota alimentaria que recibe es el 40% de un sueldo bajísimo? Un sueldo de un obrero de la construcción es de 0,70 pesos la hora; el sueldo de un docente de 340 pesos de bolsillo; el de un obrero textil o de maestranza de 300 pesos mensuales; el de un empleado de los planes ‘trabajar’ de 200 pesos. ¿Qué hace si su ex pareja está desocupada y el sueldo propio es miserable o ella misma también está sin empleo?


En Europa y otros países del ‘primer mundo’, el Estado se hace cargo de la cuota alimentaria de los hijos cuando los padres no pueden pagarla.


¿Y las asignaciones familiares?


Los regímenes de asignaciones familiares fueron creados con el objeto de equilibrar la economía familiar de los trabajadores. Las asignaciones familiares deben cumplir la función de cubrir la atención alimentaria, vestimenta y educación de los hijos de los trabajadores. Pero hoy, rebaja de costo laboral y flexibilización de por medio, son un monto irrisorio. De acuerdo a la Ley 24.714, los trabajadores que ganan entre 501 y 1000 pesos, perciben 30 pesos por cada hijo y 120 pesos por hijo discapacitado. Los que ganan menos de 500 pesos mensuales perciben 40 pesos por cada hijo y 160 en caso de que éste fuera discapacitado; en ambos casos, por nacimiento se perciben 200 pesos. Se han eliminado las asignaciones por familia numerosa, por escolaridad primaria y media. Los trabajadores estatales en provincia de Buenos Aires siguen percibiendo 20 pesos por cada hijo y 80 pesos por hijo discapacitado, pero se los‘compensa’ al seguir pagándoles la asignación de 3 pesos por escolaridad y otros 3 pesos por familia numerosa a los que tienen más de tres hijos. En todos los casos, los padres perciben el subsidio con la sola presentación de los certificados. Las madres deben demostrar, declaración jurada mediante, que su esposo no la cobra.


Lo que se debe plantear es que el Estado, por medio de la Caja de Subsidios Familiares, retenga la cuota alimentaria fijada y se lo deduzca al padre, como lo hace con la jubilación o el aporte de la obra social y se la entregue a la madre, y se sancione al evasor con medidas económicas (multas).


Que las asignaciones familiares sean de 200 pesos por cada hijo y que en caso de divorcio o separación, esta asignación sea percibida por el progenitor que queda a cargo de los hijos.


Que en el caso de los desocupados, el Estado se haga cargo de la cuota alimentaria.


Sueldo igual al costo de la canasta familiar, para hombres y mujeres que trabajan, sin discriminación. Eliminación de la flexibilidad laboral y de todas las cláusulas flexibilizadoras que discriminan el ingreso laboral de las mujeres. Vigencia de las licencias por maternidad, lactancia y familiar enfermo. Seguro al desocupado de 500 pesos, con salarios familiares para hombres y mujeres mayores de 16 años.


La sanción de una Ley no será la solución de los problemas de las mujeres oprimidas, sino su organización independiente, en un movimiento propio, que unifique todas las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras y le ponga freno a todas las discriminaciones.