Lucía Ríos Müller era una estudiante de 16 años. Fue asesinada en el barrio platense de Melchor Romero por su ex pareja, Gustavo Arzamendia, de 28 años.

La joven había decidido terminar la relación debido a sus maltratos y violencia. En consecuencia, él amenazó con matarla a ella y su familia.

El 16 de septiembre pasado, Arzamendia la interceptó en plena calle y le disparó hiriéndola gravemente. La ambulancia nunca llegó y Lucía falleció en un patrullero camino al hospital.

Al día de hoy, el asesino sigue prófugo.

El Centro de Estudiantes del Liceo “Víctor Mercante” -donde estudiaba Lucía-, junto a sus familiares, convocan una  movilización hacia la fiscalía el 26 de septiembre.

Casos como el de Lucía suceden a diario, pero el Estado no realiza acción alguna para evitarlos. Las denuncias sobre violencia y amenazas caen en saco roto; cuanto mucho, se logra una “orden de restricción perimetral”. Para graficar aún más la situación, el municipio cerró, el año pasado, la única casa refugio para mujeres víctimas de violencia de género.

El caso de Lucía resuena con fuerza en la Ciudad. En su colegio, estudiantes y profesores realizaron una gran jornada con actividades artísticas y corte de calle exigiendo justicia. El alto grado de conciencia en el colegio respecto a la situación de violencia hacia la mujer es un síntoma positivo en una pelea que recién comienza para que este crimen no quede impune.

Para todos los que luchamos por erradicar la violencia de género, será una cita de honor.

¡Justicia por Lucía! #NiUnaMenos El Estado es responsable.