Mujer

2/4/2023

Cañuelas

La responsabilidad estatal en el femicidio de María Isabel Speratti Aquino

Según sus propias palabras, fue “ignorada y ninguneada” en todas las instancias estatales en las que denunció a su agresor..

María Isabel denunció por primera vez a Núñez en 2021,

María Isabel Speratti Aquino era una mujer de 40 años, oriunda de González Catan (La Matanza) que hace unos años se mudó con su familia a Cañuelas. El 16 de marzo último fue asesinada de cuatro disparos en la puerta de su casa, mientras salía para llevar a sus hijos a la escuela, por Gabriel Núñez, su expareja y padre de los niños. Este femicidio -que lamentablemente se suma a una lista que crece todos los días- tiene una serie de particularidades que lo hacen terriblemente indignante y que ejemplifican perfectamente el concepto de que en materia de violencias de género efectivamente “el Estado es responsable”.

María Isabel denunció por primera vez a Núñez en 2021, luego de que este intentara matarla ahorcándola. El ataque era la conclusión de años de maltratos y abusos, que recién luego del fallido femicidio (que evitó su hijo mayor) María Isabel pudo reconocer y denunciar. Desde ese momento, inició un angustioso recorrido pidiendo ayuda a todas las instancias estatales posibles. En todas ellas, según sus propias palabras, fue “ignorada y ninguneada”.

Este periplo podemos conocerlo porque ella lo dejó registrado en audios que enviaba a las compañeras de un grupo virtual de apoyo y contención a víctimas de violencia de género impulsado por “Shalom Blait”, una ONG conformada por profesionales de distintas áreas que orientan a mujeres en situaciones de violencia.

Estremece escuchar a María relatar ese recorrido, que empieza en la Comisaria de la Mujer, sigue en el área de Género de la Municipalidad de Cañuelas, y continúa en la Fiscalía, para terminar en la nada. En dos años, en ninguna de estas instituciones María Isabel encontró protección para ella y para su familia.

En primer lugar, la carátula que se determinó en la causa tras el intento de femicidio que María Isabel logró iniciar fue “lesiones leves”. Ni la UFI 1 de Cañuelas ni el juzgado de Garantías n°8 a cargo del juez Miguel Martín Rizzo tomaron en cuenta las múltiples pruebas que la víctima presentó para cambiar la calificación por la de “intento de femicidio”.

Hay dos hechos que se repiten en los relatos de todas las víctimas de violencia: las pruebas son recolectadas y presentadas por ellas mismas; la Justicia no colabora en nada en este proceso. A su vez, las carátulas de las causas y las medidas de “protección” que se toman en consecuencia suelen ser el reflejo del menosprecio que los jueces y fiscales tienen del riesgo en el que vive la víctima luego de hacer la denuncia. Tarde o temprano la perimetral cae, el botón antipánico no funciona o el patrullero no pasa más, y la situación de desprotección y exposición de las victimas aumenta.

Cabe aclarar que Núñez nunca estuvo detenido por este hecho. Incluso sus abogados presentaron un pedido de revinculación con sus hijos, que la jueza de paz Inés del Valle Rivarola llegó a considerar pidiendo a los niños que le dieran “una segunda oportunidad a su padre”. Mientras, Núñez y su familia hostigaban y amenazaban a María y a su familia constantemente.

María Isabel solo recibió una restricción perimetral por 90 días, un botón antipánico y una guardia policial que dejaba de aparecer hasta que ella misma la volvía a reclamar. A pesar de las secuelas físicas y psicológicas que le dejó el ataque, de tener que trabajar para sostenerse ella y a sus hijos, nunca dejó de insistir en reclamar al Estado en sus distintas instancias. Incluso se organizaba junto con otras víctimas, se acompañaban mutuamente intercambiando las mismas terribles experiencias de ninguneo y desprecio estatal. También marchó junto a sus hermanas el ultimo 8 de marzo para exigir atención a su caso y a los de otras tantas mujeres que, como ella, se movilizaron ese día contra los femicidios y la violencia que se despliega en distintos ámbitos contra las mujeres trabajadoras.

En junio de 2022 María fue a una charla organizada por la Municipalidad de Cañuelas, llamada “Violencia de género y masculinidades; abordajes posibles para transformar realidades”, a cargo del funcionario provincial Ariel Sánchez y que contaba con la presencia del mismísimo juez Martín Miguel Rizzo. Mientras el magistrado se vanagloriaba de que en su juzgado “siempre se escuchaba a las víctimas”, María lo interrumpió para desmentirlo públicamente contando su terrible caso; expuso que no tenia abogados porque no podía pagarlos, ante lo cual Rizzo y las autoridades municipales prometieron ayudarla. Ocho meses después la causa seguiría frenada, sin cambio de carátula, y María seria asesinada en la puerta de su casa, sin que ninguna de estas personas hubiera movido un dedo para protegerla a ella y a sus hijos.

Con las “mujeres gobernando” hay un femicidio cada 30 horas

El caso de María desnuda de pies a cabeza a un Estado que revictimiza una y mil veces a las mujeres que llegan pidiendo ayuda. Mientras María Isabel marchaba reclamando ayuda, la ministra de Genero y Diversidad de la provincia de Buenos Aires Estela Díaz hacia un acto con Victoria Tolosa Paz, que ajusta a miles de mujeres a las que pretende recortarle la ayuda social para cumplir las demandas del FMI, y ataca a las piqueteras que reclaman por sus derchos.

El femicidio de María Isabel no mereció ni un tuit de la ministra, que mientras tanto impulsaba una nueva ley –otra más- con el pomposo nombre de “Ley integral de abordaje de las violencias por razones de género”, que se va a acumular con las otras leyes que no sirven para nada o que directamente ni se ejecutan porque no les destinan presupuesto. También tuvimos que escuchar por estos días la verborragia alrededor de la necesidad de una reforma judicial “feminista” de las organizaciones ligadas al kirchnerismo, una respuesta a la condena a Cristina por los casos de corrupción, que pretende quitarle responsabilidad a un gobierno que nos ajusta y nos violenta y al Estado en su conjunto en lo que respecta a la violencia de género.

Este 14 de abril las amigas y compañeras de María Isabel impulsan una acción en Tribunales. Llamamos a movilizarnos masivamente ese día para acompañarlas en su reclamo de justicia y para denunciar a este régimen y sus gobiernos responsables de la barbarie de la violencia y los femicidios.

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