El reciente hallazgo de los restos de Maira Benítez -desaparecida en 2016- cierra, penosamente, el caso que acorraló al régimen de Gobierno chaqueño, durante casi tres años.

Hace unos meses sostuvimos que, ante el fallo de la condena a 21 años por homicidio simple a Rodrigo Silva, la justicia buscaba cerrar el caso en el condenado haciendo a un lado las colaboraciones materiales y las relaciones con el poder, que involucraban a un ex juez de la localidad de Villa Ángela. También quedaba afuera de toda la investigación, el primer fiscal del caso, Sergio Ríos, a quien la madre de Maira había sindicado como responsable del mal manejo de la investigación.

El Gobierno, que había prometido buscarla por toda la provincia, no lo hizo, porque la encontraron dos peones que trabajaban en el lugar. La justicia, que probaba a fuego su carácter, terminó realizando una condena por homicidio simple, rechazando la carátula de femicidio propuesta por la familia.

La desaparición de Maira Benítez pinta de cuerpo entero a todo el régimen de gobierno. Un sistema machista que condena a las mujeres a ser desaparecidas y asesinadas para, posteriormente, negarles la justicia que requieren. También muestra las reservas de un movimiento de mujeres que luchó codo a codo por acorralar a todo un sistema.

Se cierra el caso, pero la lucha continúa.

¡Justicia por Maira Benítez y por todas las mujeres que padecen la opresión de un régimen de miseria y muerte!