Hace 97 años, 129 mujeres morían consumidas por el fuego en Nueva York; el dueño de la fábrica Sirwood Cotton había cerrado las puertas y las mujeres no pudieron escapar.

 

En 1911, la Internacional Socialista consagró la fecha como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La conmemoración del Día de la Mujer en Rusia, en 1917, con una huelga general de obreros, dio inicio a la revolución de febrero.

 

97 años después, el auge del feminismo, la charlatanería de la lucha por la igualdad de “género”, convirtieron el 8 de marzo en una fiesta de la “mujer”, un día comercial como el de la secretaria o el de la madre.

 

No todas las mujeres somos iguales.

 

No todas las mujeres somos trabajadoras.

 

No todas las mujeres pertenecemos a la misma clase.

 

No todas las mujeres tenemos los mismos problemas.

 

Para las mujeres trabajadoras la política de “control de precios” de Kirchner es un fracaso. No ha frenado la carestía, no ha producido rebajas. El “acuerdo de precios” encubre una política contra el aumento de los sueldos y las jubilaciones.

 

Existe un choque irreconciliable entre la política de Kirchner, que paga la deuda con el superávit de Anses y con el dinero de los trabajadores, con las necesidades de los hombres y las mujeres del mundo del trabajo.

 

Kirchner (y una mujer, Miceli) emite y paga bonos que se ajustan con la inflación; mantiene los subsidios a las empresas privatizadas y del transporte; estimula el alza de los precios de las propiedades y los alquileres.

 

El gobierno impulsa la especulación capitalista. Promociona que se incorporen mujeres en las automotrices (Peugeot, Toyota), ¡pero no dice que allí los sueldos son tan bajos que los hombres renuncian!

 

Luchamos por el salario mínimo y móvil de 1.800 pesos, y la jubilación del 82% móvil; contra el trabajo en negro y precario, por igual salario por igual tarea, contra toda discriminación. Mediante la organización, la lucha, y el control de los trabajadores.

 

El Estado capitalista apaña las violaciones y los abusos, como ha quedado al descubierto con los hechos de Núñez, el estruendoso fracaso de las comisarías de la mujer y las fiscalías, y la condena a Romina Tejerina.

 

Este año es aún más importante marchar para decir basta.

 

Porque no es verdad que debemos cesar con la resistencia, que este es un gobierno “amigo”.

 

Los crímenes contra las mujeres están impunes, los crímenes de la Dársena están impunes, el crimen de María Soledad está impune. Las violaciones de cientos de mujeres están impunes, los golpes a las 10.000 mujeres que el año pasado denunciaron violencia están impunes, el asesinato de los 194 chicos muertos en Cromañón está impune.

 

Las mujeres trabajadoras, las mujeres piqueteras, las estudiantes decimos: ni olvido ni perdón.

 

Marcharemos por el retiro de las tropas de Haití y de Irak, por la defensa de la revolución boliviana, contra las amenazas de los Lula y de los Kirchner.

 

Marcharemos porque este gobierno se arrodilla ante la Iglesia que impide la educación sexual. Que impide el libre acceso a la anticoncepción, que impide el derecho al aborto. Este Estado es responsable de los embarazos no deseados de niñas y adolescentes, de los cientos de muertes de mujeres por abortos clandestinos.

 

Porque no rigen los derechos maternales de guarderías, licencias y atención de familiar enfermo.

 

Marcharemos en defensa de los trabajadores petroleros de Santa Cruz, con la Carta Abierta de las Mujeres de Las Heras, pidiendo que se vaya la Gendarmería, y cesen la persecución y los allanamientos.

 

Este 8 de marzo marchamos

 

• Por 1.800 pesos de mínimo y móvil y 400 pesos de emergencia para todos los desocupados. Por la apertura de los libros bajo control de los trabajadores. Contra el trabajo tercerizado y en negro. Por igual salario por igual trabajo. Supresión del IVA.

 

• Anulación de las leyes flexibilizadoras. Prohibición de despidos a las embarazadas. Guarderías en todos los barrios y en las empresas. Derecho de amamantamiento y día femenino. Jornada de trabajo de 8 horas. Descanso hebdomadario.

 

• Por el no pago de la deuda externa.

 

• Contra la violencia hacia la mujer. Por la organización de comités de defensa de las mujeres. Derecho a la exclusión del hogar del golpeador. Cárcel a los violadores.

 

• Por educación sexual laica y obligatoria bajo control de las organizaciones de trabajadores y de mujeres.

 

• Por anticonceptivos para no abortar y derecho al aborto legal y gratuito para no morir.

 

• Por guarderías en todos los barrios, lugares de trabajo y estudio.

 

• Por la libertad inmediata a Romina Tejerina, cárcel al violador.

 

• Por la libertad de los presos políticos y el desprocesamiento a los luchadores. Apoyo a los petroleros de Las Heras. Fuera la Gendarmería, basta de persecuciones a los trabajadores.

 

• Por la organización revolucionaria de la mujer trabajadora

 

• Cárcel a los responsables políticos de la masacre del Puente Pueyrredón.

 

• Cárcel y castigo a los responsables físicos y políticos de la matanza de Cromañón.

 

• Aumento de emergencia a 400 pesos de los planes sociales, no al Plan Familias.