Una multitud de mujeres de todas las edades, llenas de colores, pancartas, banderas y reclamos políticos acompañadas de pueblo, colmaron las calles mendocinas el mismo 8M por la tarde, al igual que en otras partes del mundo como del otro lado de la cordillera, donde las chilenas fueron millones en las calles contra el régimen torturador y violador de Piñera. 

En una jornada histórica de reivindicación de la lucha de las trabajadoras, se expresó fuerte el rechazo al “festejo” que proponen para la fecha desde el mercado y el sistema. Las estadísticas de femicidios se acentuaron, el mismo 8M sufrimos el femicidio de Fátima, cada 23 horas una mujer es víctima de éste flagelo y en nuestra provincia conforme los informes de los municipios tenemos que los departamentos que registran mayor cantidad de mujeres en situación de violencia son Guaymallén, Luján de Cuyo y San Rafael. 

Es para destacar, que la columna del Plenario de Trabajadoras tuvo una nutrida concurrencia de las compañeras piqueteras, que protagonizaron junto a todo el Polo Obrero y PO una gran columna en la contra marcha del carrusel de la #Vendimia2020 el día anterior.

El clero hizo agua contra la marea verde

Las acciones de las Iglesias quedaron completamente reducidas ante la masividad de la jornada que se llenó de verde, violeta, naranja, los colores políticos del Ni Una Menos. 

La multitudinaria movilización partió desde calles San Martín y Colón, donde se encuentra la Iglesia de los Jesuitas que quedó completamente anulada en sus convocatoria a misa en “defensa de la vida” (cualquiera menos la de las mujeres). 

La única acción que pudieron desenvolver los anti derechos corrió por cuenta de las Iglesias católicas y evangélicas de Las Heras con la concurrencia del Intendente del municipio, Daniel Orozco. Recordemos que hace poco sufrió un revés en su intento de abrir un nuevo mercado a los bodegueros y turismo con el repudiado concurso de niñas reinas. 

A nivel sindical, el paro efectivo de mujeres para éste 9M ha sido, por parte de las conducciones sindicales, meramente declarativo sin llamado a acciones concretas en un contexto de la mayor brecha salarial, precarización y desocupación en el mundo laboral de las mujeres.