Mujer

6/3/2024

Milei provoca al movimiento de mujeres en la previa del 8M

Dio un discurso en un colegio catalogando al aborto como un "homicidio agravado por el vínculo".

Javier Milei quiere adoctrinar estudiantes con dogmas oscurantistas.

Los datos del último informe de CEPA (Centro de Economía Política Argentina) demuestran que las mujeres son las más golpeadas por el ajuste brutal que está impulsando el Ejecutivo. A su vez, en víspera del 8M, Javier Milei dio un discurso en un colegCataloio donde volvió a atacar el derecho a decidir de los cuerpos gestantes catalogando al aborto como un “homicidio agravado por el vínculo”. El colectivo de mujeres y diversidades, que tiene historia de luchas, organización y conquistas, es el principal enemigo de este gobierno oscurantista y hambreador.

Desde que asumió, este gobierno no hace más que redoblar la ofensiva contra las y los trabajadores. En apenas dos meses sumó 3 millones y medio de nuevos pobres. Sin embargo, los datos afirman que durante el primer bimestre hubo una estrepitosa caída en los principales programas sociales, lo cual incluye el recorte de la entrega de alimentos a los comedores, afectando justamente a los más vulnerables. Esto, a su vez, incluye los programas de atención a la niñez en situación de vulnerabilidad social (Programa 1.000 días y Plan Nacional de Apoyo a la Primera Infancia), los cuales percibieron una ejecución presupuestaria cercana a $0.

Esta política es contraria a la presunta intención que tendría el gobierno de que las mujeres lleven el embarazo a término, porque está recortando programas que justamente son requeridos por miles de mujeres y cuerpos gestantes para poder afrontar la gestación y la primera infancia del niño. Esto desnuda que el ataque de Milei a la interrupción voluntaria del embarazo no es más que la imposición de un dogma oscurantista que solo busca arrebatarle derechos conquistados al movimiento.

Así, en el marco de una profunda crisis económica, el gobierno ataca directamente las condiciones de vida de miles de mujeres, que son las que paran la olla en sus hogares y están a cargo del cuidado de los niños, retirándoles el sustento. Las piqueteras, que fueron blanco de ataque de todos los candidatos patronales en la campaña electoral, siguen siendo las más precarizadas y violentadas cuando defienden el plato de comida de sus familias. No sólo congelaron los planes Potenciar Trabajo, también lo están dando de baja para las madres que cobran un embargo por cuota alimentaria de sus hijxs, o para las que cobran una pensión por discapacidad de sus niñxs.

Esta situación se agrava si tenemos en cuenta además que las mujeres son también quienes acceden a los trabajados más precarios y peor pagos e incluso, en el caso de poder acceder a un empleo formal, son víctimas de la brecha salarial de género. Como muestra, las trabajadoras de casas particulares, más de un millón y medio de mujeres, cobran menos de 200.000 pesos mensuales en promedio. En paralelo el gobierno de Milei puso en la mira a aquellos que se jubilaron por moratoria, que es un universo justamente que en su mayoría esta compuesto por mujeres, que cobran jubilaciones de hambre mientras van aportando para saldar sus deudas previsionales por haber trabajado en negro. Es la demostración de que el colectivo femenino es uno de los más vulnerables frente al empobrecimiento que promueve el gobierno y que se extiende a lo largo y ancho del país, acaparando cada vez a más sectores de la población.

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A su vez, en materia de salud están virtualmente paralizados por falta de fondos programas como “Acceso a Medicamentos, Insumos y Tecnología Médica” y de salud sexual y reproductiva, como “Respuesta al VIH, Infecciones de Transmisión Sexual, Hepatitis Virales, Tuberculosis y Lepra” y “Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles”. Es una afrenta grave, cuando los últimos años han proliferado enfermedades venéreas en el país.

A su vez la violencia hacia las mujeres no para de crecer, sobre todo en los sectores más pobres producto de la descomposición social y del oscurantismo que prima en los barrios al calor del crecimiento de la injerencia de la iglesia, la cual fue impulsada por todos los gobiernos. Pero el gobierno congela y amenaza con dar de baja el Plan Acompañar, una asistencia económica para mujeres víctimas de violencia que ya de por sí era sumamente precaria: con escasa difusión de su existencia, incompatible con los planes sociales y un monto bajísimo para poder revertir las necesidades de quienes lo solicitaban.

Esto es más dañino en un contexto donde la inflación hace saltar el precio de los insumos sanitarios como toallitas femeninas y tampones, donde muchas mujeres dependen de la entrega gratuita de métodos profilácticos y anticonceptivos por parte del Estado.

Lejos de que no haya plata, el objetivo oficial es destinar los fondos a pagar intereses de deuda, mientras sigue contribuyendo al financiamiento (y negocios) para la iglesia, una institución estructurada en la discriminación de las mujeres y diversidades y la sumisión ante la explotación capitalista.

Esto se combina con la falta de ESI en las escuelas, un reclamo expreso del movimiento de mujeres y del movimiento estudiantil al que Milei le declaró la guerra, alegando de manera retrógrada que enseñarle a los estudiantes a vincularse sexualmente de una manera sana, respetando el cuerpo propio y ajeno, sería un “adoctrinamiento”.

Pero al presidente no le importó adoctrinar cuando dio un discurso frente a todo un colegio criminalizando a las mujeres que eligen interrumpir su embarazo, lo cual es solo una muestra más de la ofensiva que prepara el gobierno hacia todo el colectivo de mujeres y diversidades, y que ya fue anticipado también con la intentona de dar marcha atrás con la legalidad el aborto.

El gobierno de Milei eligió poner al movimiento de mujeres y diversidades como un centro de los ataques, manipulando con un relato que presenta nuestra agenda como propia de una “minoría privilegiada”. En su universo, la casta son los niños, los jubilados, las mujeres y diversidades. Desde el primer día amenaza contra el derecho al aborto legal, interesado en reponer la centralidad como ideología oficial del Estado de una concepción de minusvalía y desprecio de las mujeres -la misma que explica la fatalidad de los femicidios diarios, los trabajos más precarios para las mujeres, la desigualdad salarial, los abusos y la protección estatal de quienes perpetúan esta barbarie.

Sabe bien que la conquista de la marea verde, que sólo fue posible con una movilización excepcional contra todos los partidos y poderes del Estado, fue un golpe para ese andamiaje capitalista de control social y división de los explotados, porque puso en primer plano el derecho de las mujeres a decidir, y especialmente el de las trabajadoras y pobres -que son las que ponen en riesgo su vida con la clandestinidad.

Milei nos mostró los dientes y hay que responder con firmeza, porque la única manera de derrotar esta intentona ultra reaccionaria es volviendo a ganar las calles y a conquistar una mayoría social que defienda nuestra causa. El 8M es una gran oportunidad para que la ola verde vuelva a mostrar su fuerza.

https://prensaobrera.com/mujer/8m-una-batalla-politica-central-para-hacer-frente-al-plan-de-guerra-de-milei-y-los-capitalistas