El sábado 7 de octubre se realizó en Eldorado, el XV Encuentro Pluricultural de Mujeres y Disidencias de la Tierra Colorada, en la ciudad de Eldorado. Participaron cerca de 200 compañeres de diferentes organizaciones.

El encuentro de este año fue largamente esperado, considerando la desmovilización del movimiento durante los últimos años y el agravamiento general de la situación de las mujeres trabajadoras. La desmovilización fue producto de la pandemia, de una fuerte cooptación del movimiento por parte del gobierno de turno y de las vacías decisiones de un programa político, lo que culminó en ataques a la mujer piquetera así como a compañeres que participan en diferentes frentes de lucha.

El ensañamiento y las amenazas al movimiento de mujeres desde los espacios de ultraderecha siguen avanzado ante nuestra organización para combatir el hambre y el ajuste, esto último en sintonía de lo que está sucediendo en otros países.

Si bien la convocatoria no logró la masividad que alcanzaron encuentros previos a la pandemia, se observaron notables ausencias. El encuentro retomó la agenda, el ánimo de recuperar las asambleas y las calles ante el escenario adverso que se avecina.

Durante el encuentro se vivieron sin embargo algunos “contratiempos”, las comisiones se desarrollaban normalmente hasta que recibimos la visita del vicedirector y la directora para pedirle a la Comisión Organizadora que se bajen las banderas del pañuelo verde y las de “yo sí te creo” que habían sido puestas en la entrada de la escuela junto al cartel del Encuentro. La directora comenzó a recibir llamadas y aprietes para que se quiten estas banderas. Luego de plantear la situación a la asamblea, la misma votó que las banderas no se bajan, puesto que simbolizan las luchas llevadas adelante y la voluntad de no resignar derechos.

Posteriormente, en la marcha hacia la plaza del centro, un conductor intentó agredirnos usando su auto,  resultando dos compañeras golpeadas, todo ante la inacción de la policía. El violento continuó luego su agresión siguiéndonos hasta la plaza con actitud intimidante. Entendemos que estas conductas son producto del envalentonamiento de los sectores de derecha y el triunfo de Milei que atacan a los que luchan y de un municipio que proclama el encubrimiento de abusadores y violentos.

Fue muy importante la presencia de las compañeras del Polo Obrero del Norte misionero y de toda la provincia, ya sea en los debates de las comisiones como en todas las tareas logísticas.

Del encuentro resultaron valiosas conclusiones que describen las consecuencias del ajuste en la realidad de la mujer trabajadora (aumento de la pobreza, precarización laboral, salarios de hambre, escasa o nula asistencia estatal). A las tareas de cuidado no reconocidas, la crisis agrega a las espaldas de las compañeras que dan pelea contra el hambre en los barrios, produciendo alimentos y al frente de merenderos a lo largo de la provincia.

Se denunció el abandono a las víctimas de violencia y de las familias atravesadas por el consumo problemático, la criminalización de la protesta y la estigmatización de les que nos movilizamos. Los señalamientos a la Justicia patriarcal y sus fallos misóginos y los encubrimientos, fueron recurrentes. Se revindicó nuestro derecho a luchar y se exigió Justicia para Tati Piñeiro, por Estefanía y para todas las víctimas de femicidio, y que se termine el encubrimiento de los hijos del poder.

Exigimos también la libertad para Laura Villalba, presa por el Estado paraguayo, justicia por las niñas Villalba asesinadas por las fuerzas armadas paraguayas y aparición con vida de Lichita. Libertad para María Ovando y a todas las presas acusadas por ser “malas madres”.

Llamamos a movilizar en la jornada nacional de lucha contra la represión y la criminalización de la protesta convocada por el Encuentro Memoria Verdad y Justicia para la primera semana de noviembre.

Antes de la marcha, junto con la conclusiones votamos la próxima sede, en la ciudad de San Pedro. Exigimos separación de las iglesias y el Estado. Desde el plenario de trabajadoras llamamos urgentemente a la centralización del desarrollo de nuestro programa.

Por un Consejo Autónomo de Mujeres y Disidencias dispuestas a organizar las luchas. Por la lucha y la modificación de la ley ESI para que sea laica y científica. Por un presupuesto genuino y no paliativo. Basta de femicidios. El Estado es responsable.

https://prensaobrera.com/internacionales/cese-de-los-bombardeos-a-gaza