Mujer

28/1/2021

Movilizamos en reclamo de justicia por el femicidio de Esther Mamani

El viernes 29/1 a las 17h concentramos en Cobo y Curapaligue.

El viernes 29 de enero a las 17:00 se realizará una concentración en Cobo y Curapaligue, en el barrio porteño de Bajo Flores, para movilizar desde la villa 1-11-14 hasta Perito Moreno y Varela, donde con un corte se reclamará justicia por Esther Mamani, asesinada por su expareja. Junto a sus familiares estaremos acompañando desde el Polo Obrero, el Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero, y realizaremos una recorrida para denunciar ante los vecinos y las mujeres del barrio la responsabilidad del Estado en este femicidio.

El domingo pasado fue encontrado el cuerpo sin vida de Esther, compañera del Polo Obrero en la asamblea de Bajo Flores. El autor del femicidio es su expareja, con quien tenían dos hijos en común, y se entregó como culpable a la comisaría local. Es el 26° femicidio del año, y la responsabilidad estatal es total. Esther, al igual que muchas de las víctimas, había denunciado previamente al agresor; tenía una restricción perimetral y un botón antipánico, y sin embargo esto no redundó en una protección real.

Es lo que sucede con muchas mujeres que como Esther asisten a realizar denuncias atravesando tortuosas instancias burocráticas, lo que no redunda en una verdadera protección para ellas y sus hijos. Los dispositivos estatales destinados a abordar la violencia de género no tienen la finalidad de brindar asistencia real a las mujeres, sino depositar la responsabilidad en la víctima a través de herramientas que se han mostrado insuficientes a la hora de evitar femicidios. La desestimación de las denuncias, la dilación y la revictimización son moneda corriente en las comisarías y fiscalías. Las iniciativas del gobierno nacional y de la Ciudad, como por ejemplo el barbijo rojo y el Plan Acompañar por una cifra totalmente insuficiente, ponen de relieve que las prioridades del gobierno son funcionales al ajuste y contrarias a las necesarias para resolver este flagelo.

La situación que llevó a la pérdida de nuestra compañera no obedece a una desviación de tipo individual, es producto de un régimen social que educa en la discriminación y violencia hacia las mujeres para dividir a la clase obrera y mejor explotarla al tiempo que disciplina a las mayorías apoyándose en la doble opresión sobre las trabajadoras. La lucha por justicia para Esther, además de lograr juicio y castigo, es nuestra lucha cotidiana contra la doble opresión y por acabar con un régimen social que fomenta la misoginia y la violencia.

Luchamos por todos nuestros reclamos: por asistencia a las mujeres víctimas de violencia y contra la revictimización a las que son expuestas las mujeres que denuncian. También para plantear mayor asistencia a las víctimas y casas-refugio que garanticen una real protección, acceso a la vivienda, salario igual a la canasta familiar y prohibición de despidos, educación sexual laica y científica, una verdadera socialización de las tareas de cuidado, todo un programa de lucha para acabar con la violencia.

A su vez, la necesidad de que existan dispositivos y espacios reales de asistencia y contención refuerzan la vigencia de nuestro planteo de un Consejo Autónomo de Mujeres, electo y revocable ya que no surgirá del Estado y sus partidos la iniciativa de acabar con los femicidios, sino que es necesario un organismo independiente que disponga de partidas presupuestarias independientes y adecuadas que permitan resolver las demandas de las mujeres.