Mujer

29/5/2003|802

Mujeres contra el abuso de menores

¿Cómo surge la Fundación Conciencia y Coraje?


Alrededor de padres de chicos abusados en los colegios. En mi caso, a raíz del abuso de mi hija en el jardín de infantes de un colegio municipal por el profesor Juan Carlos Privitello, condenado a cinco años y medio de prisión en septiembre del año pasado. La causa se inició en agosto del ’96, y tuvimos que hacerlo público ante la impunidad y el intento de acallarnos, tanto por parte de las directoras del colegio como del Ministerio de Educación. Este abusador siguió trabajando durante dos años; los niños eran acusados de mentirosos y nosotras, de armar una causa para beneficiarnos. A las directoras les dieron licencia en vez de acusarlas por encubrimiento. Y el secretario de la jueza nos dijo: “Señora, váyase a su casa, que nosotros nos ocupamos de los menores y agradezca que no mataron a su hija, porque un cadáver sí es una prueba”.


Gianone, secretario de Educación, jamás nos quiso atender, hasta que una radio lo cruzó con nosotras, y nada; y el actual y futuro ministro de Educación ÿFilmusÿ, nos dijo que eso le competía al gobierno anterior, que de él ya no dependía ese problema (el de las directoras).


Fuimos a la Legislatura a impulsar un proyecto contra el abuso de menores, que fue aprobado. Pero en el Gobierno de la Ciudad, los empleados de Ibarra se sinceraron por lo bajo: No hay presupuesto para trabajarlo. Y las fundaciones tampoco luchan por el presupuesto.


 


¿Cómo trabajan ustedes?


Informando a los padres. No hay que esperar a que pase. Deben saber cómo prevenir a sus hijos de un abuso o violación, cómo hacer las denuncias y los trámites, para que no se pierdan las pruebas y para que el chico no tenga que pasar por las pericias varias veces reviviendo lo sucedido, ya que nunca sabemos en manos de quién o de quiénes están nuestros hijos, tanto en la casa como en el colegio estatal o privado. No hay estudios de aptitud psicofísica para quienes tratan con niños. Queremos que se forme un grupo de profesionales y familiares afectados para informar en los hospitales y colegios. Hicimos muchísimas charlas, pero nos cerraron las puertas de los colegios.


Y, fundamentalmente, los niños debe saber cómo se llaman todas las partes de su cuerpo, y aquéllas que los adultos no deben tocar. Tienen derecho a gritar y a patalear, y a defenderse, y a avisar a otros adultos y a donde corresponde hasta ser escuchados, para defenderse.


Como este tema es tabú y se rechaza la educación sexual en los colegios, y como el Gobierno no le da presupuesto a esto ni a la educación en general, las mujeres tenemos que luchar. Además, la Iglesia tiene mucho que ver, por el propio encubrimiento, tanto como quienes deciden por nosotros a dónde va a parar el presupuesto.


 


En tu caso, ¿la condena al profesor fue suficiente?


No, porque mi familia perdió todo para enfrentar este juicio. La violencia continúa. Vivimos en un hotel de Promoción Social, en una sola pieza. Y no nos dan dos ni por mi hija; todos saben quiénes somos. Ni perspectivas de tener una vivienda adecuada. Mi hija preguntaba si estábamos en el hotel para escondernos del profesor. No puede recuperarse. El encargado del hotel está fugado y su familia aterrorizada, porque es un golpeador apartado de su casa por el juez. Las 16 familias estamos esperando que un día aparezca, como su propia familia. Promoción nos dijo que no puede hacer nada. Que cambiemos de hotel.


En fin, el gobierno nos puso ahí, el gobierno tiene a cargo los colegios, el gobierno no resuelve el problema de vivienda y falta de trabajo.


Por eso, el 8 de marzo, Día de la Mujer, estuvimos en Grissinópoli y en el Plenario de Trabajadoras para organizar las charlas, y vamos a viajar al Encuentro de Rosario. Las mujeres tenemos que tomar esta lucha porque de nosotras depende el futuro de nuestros hijos


 


II Plenario de Trabajadoras en el Polo Obrero


Domingo 1° de junio, 17 hs


Santiago del Estero 116