Docentes, trabajadores de la salud, desocupados y las movilizaciones pidiendo justicia por las víctimas de femicidios han sido el centro del escenario de la provincia en las últimas semanas, con paros, asambleas, movilizaciones y cortes de ruta.

A dos días del 8M, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la provincia está marcada por un proceso de grandes luchas. Es que los trabajadores de la salud votaron el día de ayer en asamblea interhospitalaria continuar con las acciones que vienen llevando adelante y que coinciden con la masividad que al mismo tiempo está desarrollando la docencia por todos sus reclamos  y los trabajadores judiciales que se encuentran en paro en rechazo a la propuesta de ajuste del 12%.

Los desocupados, con el frente piquetero, han desarrollado movilizaciones y cortes, como el que fue en autovía norte, lugar central de circulación petrolera, junto con los obreros de Cerámica Neuquén y Fasinpat, frente al cuadro de enorme carestía y pobreza.

A este procesos se le suman las masivas movilizaciones por justicia por las victimas de femicidios, como Guadalupe y Úrsula, que llenaron las calles de toda la provincia y que sin duda pusieron al Estado en el banquillo de los acusados. Es que Gutiérrez mismo, en su discurso de sesión inaugural, pidió un minuto de silencio para las víctimas mientras sigue sin reglamentar la Casas Refugio, por las que el Plenario de Trabajadoras lucha incansablemente y por las que se desarrolló  una conferencia de prensa en las puertas de la Legislatura, hace pocos días, con una delegación de compañeras de los barrios, representantes del doble femicidio de Apablaza y de Noemí Maliqueo.

Tanto la implementación de las Casas Refugio como la creación de un Consejo Autónomo de Mujeres son una urgencia frente a los ministerios y organismos vacíos del Estado que no cambian la orientación política de sumisión al ajuste y descarga de la crisis al conjunto de la clase trabajadora. Esta es la orientación del Plenario de Trabajadoras y a la que se han sumado las compañeras piqueteras del Polo Obrero en sus asambleas por barrio, votando llenar las calles este 8M porque estamos sometidas a múltiples violencias que no dejan de cesar y se agravan con la pandemia, como consecuencia de la carestía y la descomposición social.

Más que nunca tomemos este nuevo 8M como punto de unificación de la lucha por todos los reclamos de las mujeres piqueteras docentes, judiciales y las trabajadoras de salud, para enfrentar la crisis en curso y terminar con la orientación política de todos los gobiernos que nos condenan a la muerte.

Basta de hambre, ajuste y femicidios. Este 8M llenemos las calles de luchadoras.